13 DE ABRIL. SAN HERMENEGILDO. HAY QUE APRENDERSE LA LISTA DE LOS REYES GODOS
San Hermenegildo. Me aprendo la lista de los reyes godos y está vacío el trono de los Reyes Católicos. Vuelvo con añoranza a los pupitres de mi infancia y visualizo aquel cuadro olvidado de mi libro de historia y a san Hermenegildo alargando mansamente su cuello a la toza para ser decapitado por el verdugo Sisberto.
Entonces creíamos que fue mandado asesinar por su padre Leovigildo que era un buen rey, que sometió a los vascos y a los godos de Septimania y expulsó a los bizantinos pero tuvo la mancha de la muerte de su hijo; fue exclusivamente por motivos religiosos. Hermenegildo gobernador de Sevilla se negó a recibir la comunión arriana la noche de Pascua. Y murió mártir católico. Adversativamente, como dicen los ingleses, “there is more than meets the eye”.
San Isidoro tacha a Hermenegildo de rebelde, Juan Bricelano le llama miserable y Gregorio de Tours “mal hijo”. Sólo un Papa le hace una eulogía en la proclamación de las actas de su martirio. Se trata de san Gregorio Magno. Fue canonizado Hermenegildo por Sixto IV el de la capilla sixtina, con mil años de retraso y Felipe II le proclama abogado de la monarquía española. Habrá entonces que distinguir el Hermenegildo mito del Hermenegildo de carne y hueso.
A los hagiógrafos puede que se les fuera la mano al pintar con tan vivos colores a este santo. Por primera vez se ve la influencia y la injerencia del Vaticano en España. El hispano- romano estaba dividido por la religión: los había arrianos y los había católicos. ¿Qué diferenciaba al arrianismo, una oscura herejía de origen alejandrino y de la que se sabe bastante poco pero que abrazaron los godos, al renunciar al paganismo y a la religión de Wotan y Thor del catolicismo legal? Peregrinas disquisiciones bizantinas.
Sin embargo, el arrianismo que defiende la humanidad de Jesucristo no cree en las abstracciones sino en su presencia real en el mundo. Se sitúa lejos de los embelesamientos romanos. Ambas creencias eran trinitarias y eucarísticas. Los unos prestaban pleitesía espiritual al patriarca de Alejandría y al de Constantinopla los otros al obispo de Roma. Detrás de estas diferencias late una lucha por el poder y la hegemonía.
Leovigildo, hombre practico, buscaba la unidad religiosa que encontró en el arrianismo. Sin embargo en casa del herrero cuchillo de palo. Su corte toledana era una avispero de rencillas por incompatibilidad de caracteres entre su segunda mujer Gosvinda que no podía ver a su nuera Inunda, esposa de Hermenegildo.
El rey de los godos, que hasta entonces había sido elegido por el pueblo, declara la monarquía hereditaria en la persona de su hijo Leovigildo al que envía a Sevilla como “comes” (conde). Las rencillas no existían sólo entre la suegra y la nuera sino que también minaban las relaciones entre Recaredo y su hermano Hermenegildo. Quien en Hispalis proclama la independencia. Su padre Leovigildo acude con un ejército que cerca la ciudad de Sevilla. El sublevado se rinde y es llevado preso a Tarragona.
En un capitel historiador de Oseto (Alcalá de Guadaira) se encuentra una referencia histórica que da noticia de las luchas entre Hermenegildo y su padre. La historia que resta es de todos conocida. A la muerte de san Hermenegildo el 13 de abril de 586 es ungido rey su hermano Recaredo quien abjura públicamente del arrianismo y abraza el catolicismo como la religión oficial del país.
A Recaredo nadie le pidió cuentas por la muerte de su hermano. Este rey que luego fue cruel e inhumano no tuvo un Cid ni un juramento de Santa Gadea que llevarse a la boca. La adopción del catolicismo no fue una garantía de unidad de los escindidos visigodos. Desde entonces se achaca al morbo visigótico-la envidia- los males de España que son el banderismo y la desunión.
A aquella monarquía le quedaba no más de un siglo de vida desde Recaredo hasta don Rodrigo el felón, desde 586 hasta el 711 cuando el moro entra en España.
Entre medias reinaron los siguientes monarcas: Liuva II, Viterico, Gundemaro, Sisebuto (el que echó a los judíos), Recaredo II, Swintila, Sisenando, Chintila, Tulga, Chindasvinto, Recesvinto, Wamba, Ervigio, Egica, Witiza, y el último de la lista de los Reyes Godos que los españoles de mi generación aprendimos en la escuela: Don Rodrigo que murió en Viseo, devorado por una serpiente por do más pecado había; ya le roen, ya le roen, por donde más pecado había, y enterrado vivo. La historia, al parecer, hizo justicia..
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