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lunes, 24 de junio de 2019

muere un obispo maricón

Peter Ball, priest who was feted by Margaret Thatcher and the Royal Family but was sent to jail for sexual assault – obituary

Ball with Prince Charles in 1992: the Prince of Wales later expressed his regret at having been misled by Ball
Ball with Prince Charles in 1992: the Prince of Wales later expressed his regret at having been misled by Ball Credit: SWNS.com 

Peter Ball, who has died aged 87, was the first Anglican bishop to be sent to prison since 1688, when King James II committed seven bishops to the Tower for their opposition to his Declaration of Indulgence.
Ball’s offence was very different inasmuch as it involved the sexual assault of teenage boys, which first came to light in 1993 when he admitted an offence against a young aspirant monk. For this he accepted a police caution, which amounted to an admission of guilt.
Immediate resignation from the Bishopric of Gloucester, to which he had been appointed only a few months earlier, followed and he retired to Cornwall where his twin brother, Michael, was Bishop of Truro. He gave him permission...
ALEGATO CONTRA DOS EX SEMINARISTAS PERVERSOS E INVERSOS. AL SEÑOR DEÁN LE COMPLACÍAN LOS EFEBOS
Ahora resulta que el deán de Santiago don José María al que le robaron el calixtino le daba al cante del amor amargo, Dios santo con lo simpático que era y como nos hacía reír cuando decía hay que distinguir entre amigos amiguetes amigotes yamiguiños, bueno queda disculpado porque como diría mi abuelo cada uno la mete donde puede y donde le dejan. Era un aristócrata gallego en medio de la mala gente de Segovia. Hubo mucha mariconería en aquellos seminarios en aquellos tiempos, no echaban bromuro en el agua y no nos llevaban a pasear a ver las putas. Si le gustaban los efebos al señor deán pues que le aproveche. Llamo al Herguedas y he de sufrir sus impertinencias: mala cosa no hubo nunca Caridad entre nosotros, que lean el “Seminario Vacío” dejo clavada y registrada la burriez y falta de miramientos con que nos educaron aquellos buenos curas en la represión. Echaron a toda una peña de mi curso porque en un paseo se sentaron en la Lastrilla se arremangaron la sotana y se echaron un galgo a ver quién la tenía más larga, por hacerse una paja les mandaron para casa y eso a algunos les marcó de por vida, resulta que yo llevaba toda la razón cuando denuncié la hipocresía de nuestros educadores     que querían caparnos como santos y hacer de nosotros émulos de san Luis Gonzaga, perversos jesuitinos y mira ahora ha cambiado el semblante y la página, claro que ellos no tienen nada que ver con el Cristo al cual amamos y seguirnos clavados en nuestra cruz de perseguidos, ellos querían el poder la regalía ponte ahí y amenazaban con el infierno. El Herguedas es un perfecto cabrón con pintas como buen collarano y nada se diga de Antonio Valdivieso que era el primero de la clase y acabó de vendedor de lavadoras rojo perdido y catalanista, Ángel serrano el hijo de un verdulero de Martin Muñoz de las Posadas otro Rogelio causas perdida, es inútil Antonio son todos causa perdida. Estuve por contestarle de mala manera a Valdivieso cuando se opuso a que cantásemos el Veni Creator, al hijo del cabo der Vega Fría aquel civilón que opobníoa multas, y te daba más palos que una estera cuando te llevaba al cuartelillo. No le gusta el Veni Creator. Es posible que cante mal pero mis cantos son con alma y tú te quedaste en vendedor de lavadoras en colporteur, representante de anticuario, tus nueves y dieces se quedaron en nada yo no tenía tanta memoria pero muchas más capacidad deductiva y de sufrimiento. En conclusión creo que acerté cuando dije que los de aquella jauría siguen siendo prosa sin peinar pasaron por el seminario pero el seminario no pasó por ellos. Y a ver quien la tiende más larga. Yo desde luego no quiero asistir a estas reuniones donde se me insulta porque ante el improperio soy de los que tiro de faca. Herguedas y Valdivieso eran dos gamberros y siguen en la misa demanda. Gente mal encarada.


MURIÓ PUBLIO SANZ  RODRIGUEZ

El día 12 de junio falleció en su casa de Málaga Publio Sanz Rodríguez, el querido compañero a los 76 años rodeado del cariño de su esposa Amaya y de sus hijos. Pedimos una oración por su alma. Publio procedía de una familia de maestros músicos y tenía gran habilidad para este arte en el cual se mostró eximio. El maestro de capilla de la catedral de Segovia en aquellos años cincuenta del pasado siglo decía que era la piedra angular de sui escolanía. Era capaz de solfear una partitura al revés, tocaba el piano. E interpretó como tiple segundo el villancico de San Frutos en la catedral segoviana dos veces en el 24 de octubre. Creo que su padre que era profesor fue trasladado desde Segovia a Cantabria, ingresó en el seminario de Santander donde llegó hasta segundo de teología, creo que fue ordenado a menores, colgó la sotana al encontrarse con Amaya una vasca que fue el amor de su vida. Luego lo perdimos la pista que recuperamos en 2008 con la primera reunión que tuvimos los seminaristas del 55 (los “pipis”) asistió a dos de nuestras reuniones dos años consecutivos, me contó que había sido de alta después de pasar una grave enfermedad curando milagrosamente un hecho que él atribuía a la intercesión de un tío suyo seminarista que fue fusilado por los rojos en la guerra civil. Eso fue a principios del año 2000. Publio luego recayó cuando el cáncer de páncreas volvió a enseñar su rostro bestial, lo que no es óbice para considerar que la intervención divina de la sangre de su pariente que vertió su sangre por Xto determinó que haya gozado de una buena prorroga de casi tres lustros de vida con suplemento. Publio, mira por nosotros desde el cielo. Y descansa en paz.

viernes, 7 de junio de 2019

KISSINGER

Es un bávaro de Fïrth apud Núremberg,  1923, hijo de un rabino, se especializó de joven en el Talmud pero lleva más de cincuenta años sin pisar una sinagoga. Le gusta el futbol fue el artífice del golpe de estado de 1981  hablando con Juan Carlos I) al que llaman el Soso y ya antes le había dado a Carrero el abrazo de la muerte. No hay mal que por bien no venga pero Kissinger gusta de una frase que esparce por sus escritos: “nunca podrás pisar tu propia sombra”. Su padre emigró a NY en 1938 y cambió el nombre de su hijo Heinz por el de Henry en el pasaporte. Volvió a Alemania con la 82 división aerotransportada haciendo de intérprete, fue el interrogador y torturador de los cabecillas de la Gestapo. Tuvo fama de rompecorazones, le gustaban las rubias alemanas y pasa por ser un “womanizer” (bien follador). Fue el fundador del club Bilderberg la gran logia masónica que se propone acabar con el cristianismo en Europa. Kissinger es un “crosshater” (odia al Crucificado y su cruz) pero no se sabe si a punto  de cumplir los cien años y próximo a la hora final no sabemos si está arrepentido de cuantos crímenes han sido perpetrados – guerra de Siria, los Balcanes, apoyo al separatismo etarra y catalán, inmisericorde respaldo a las invasiones africanas del sur de Europa- en su nombre
Mi destino escrito sobre los tablones de formica de Winston Place que dividían los compartimentos. La foto de mi niña colgaba de la alcayata junto a la estampa de san Antonio. Yo era un incidido y no lo sabía; estaba clavado en la cruz del madero de la redención al que el huésped maldecía. Un viernes santo hubo una tenida en el piso de arriba. Vino gente de la cuadrilla del casero algunos gastaban coleta o tirabuzones y se cubrían sus figuras esperpénticas con kaftanes rusos que les daba un aspecto ridículo. Yo sentí gruñir después gemir al gorrino. Los alaridos alarmaron a la barriada. Las gentes salían a las ventanas e inquirían a los vecinos qué pasa, nada que están sacrificando a un marrano de veinte arrobas. Uno de los congregantes le metió al chancho un ejemplar del Times, luego clavaron al gorrino sobre dos grandes vigas de roble entrelazadas en aspa como a san Andrés. Los de la tenida unos se desternillaban de risa e increpaban o blasfemaban al nazareno pronunciando las palabras bíblicas de rigor si eres el hijo de dios baja de esa cruz y otros escupían para el mesías que estaña desnudo cuerpo de hombre y cabeza de gorrino. Tales carcajadas sacrílegas son como un berbiquí en mi memoria que causa un terebrante dolor. No podía creer que quedase en el mundo tanto odio histórico pero se repetía en aquel sotabanco del Barrio del Arco de Mármol lo acontecido en el Gólgota mientras Londres volvía a revivir una nueva noche de san Bartolo en miniatura. Al casero que era el que llevaba la voz cantante en aquel rito el efod o paño de oración sobre los hombros le venía un poco grande. Debajo de la estola y meneando su cuerpo hacia adelante y hacia atrás agarraba un garrote con la punta ovalada que era en realidad un misil balístico intercontinental para lanzarlo contra los enemigos del pueblo elegido arrasando de paso las naciones. Sólo sobreviviría él. Ante tan macabra escena comprendí que aquellos fulanos adoraban a un dios destructivo que no era sino el diablo, el separador, hacedor de males, causante de todas las reyertas guerras y enfrentamientos que en la historia han sido. No se trataba desde luego del dios de amor y del perdón. Mi casero salmodiaba ínterin soldando palabras incomprensibles con su gran bocaza con acento alemán siempre que hablaba. Era tan grande su cavidad bucal que se podía jugar a la rana con él. Tirando y sin perder baza. Todo el jardín se llenó de la sangre derramada en la toza por el cerdo sacrificial. A una orden del jefe bajaron las esclavas iraníes y las huríes tunecinas que ocultaba elk jefe para su uso personal en la tercera planta de aquella vivienda londinense de estilo georgiano que hacía las veces de serrallo. Ellas limpiaron la sangre derramada y el césped volvió a quedar impoluto. A una de las mozas la más jarifa como mostrase displicencia a causa del arco la hizo limpiar el suelo con la lengua. Hicieron una pira y quemaron al cerdo sacrificial para que no resucitase para que no quedase de ´çel ni rastro. Marble Arch durante unas horas volvió a ser escenario del crimen ritual la ordalía el juicio de dios celebrado en la Ciudad de la Guerra y la Paz hacía dos mil años. Aquel año de 1973 regresaba el cometa Halley hubo un eclipse de sol y a la una de la tarde las tinieblas bañaron la torre del parlamento de Westminter. Dejé a Remigio que contara lo vio aquella tarde de Viernes Santo y escribió una crónica al desgaire muy garbosa y detallada narrando lo sucedido pero por el télex recibió una nota de su redactor jefe en estos términos: “Oye, Remigio, que hoy no es día de Inocentes. Menos lucubraciones literarias y más al grano”. Fue esta uno de las visiones más impresionantes que tuve la suerte de contemplar desde mi escodadero. En Londres llevé vida de topo, en algín lugar tenía que lamerme las heridas y encontrar un árbol donde restregar mis tochos. Cada otoño había que mudar la cuerna. Dije adiós a mr. Weil el casero alemán superviviente de Auschwitz y me bajé a vivir cerca del Tñamesis en Roland Gardens barrio de Sout Kensington

martes, 4 de junio de 2019

SE NOS HA IDO VITITO

VICTORIANO Borreguero "Vitito", al que yo apreciaba y admiraba DE ADOLESCENTE, porque juntos publicábamos nuestros primeros versos en la Revista Sígueme de los Operarios Diocesanos, se portó muy mal conmigo. Le llamé por teléfono invitándole a nuestra reunión de la promoción de seminaristas de 1955 y estuvo frío y altanero, luego supe que hizo lo indecible para que yo no tuviera una colaboración en el Adelantado de Segovia (CELOS TAL VEZ, fuego amigo, los que yo creía hermanos se convirtieron en mis más encarnizados detractores), algún artículo publiqué, no obstante y un día de hace un par de años nos dieron toda una pagina y aquí va una muestra. Sin embargo, mis intenciones de acercamiento al antiguo compañero fueron un desastre como ocurrió con otros. Recuerdo el sermón que me echó otro que llegó a cantar misa y dijo coram populo  y para que lo oyese toda la gente que mi libro Seminario Vacio era muy malo. Esta es la caridad cristiana de la que hablan los curas pero curramos un tupido velo. Lo cierto que al cabo de medio siglo de andar desperdigados por la vida no reconocíamos al niño que fue en aquellos compañeros al borde de la edad provecta. No le guardo rencor a Vitito pero fue un chasco terrible y ahora elevo una oración por su alma pidiendo a dios esa reconciliación que tanto anhelamos y nos parece imposible entre españoles y castellanos tan banderizos como siempre. Descanse en paz Victoriano en el cementerio de su querida villa. No debió de gustarle mucho lo que expuse en un estudio o ensayo de revancha rebatiendo la idea de que Turegano fuera una ciudad episcopal. Nunca lo fue sino el sitio donde veraneaban los obispos y el cabildo muchos años ha. Su pasión por la patria ocultó su raciocinio como historiador y cronista municipal. Sed de mortuis nisi bene que decía don Valeriano Pastor nuestro profesor de latín paisano suyo y que gustaba de una frase que él repetía: atar cabos. Atemos cabos, pues, aunque los nudos de la muerte sean los de la eternidad. Que en el cielo le veamos, decíamos ayer. hoy estoy triste por haber perdido a un compañero que era algo gilipollas. dios le haya perdonado.