JORGUINAS EN LA COSTA
O LOS FURRIELES DEL MALIGNO
No hay moros en la costa pero las
jorguinas y jorguines bailan sus jorcos y aquelarres. Animal herido que busca
su guarida y ahora todos lloramos los quiries. Es la hora de los furrieles del
maligno. Supura Villeguillo el ládano resinoso que es pus cancerada de muchos
años. Bebe la cratera de cicuta, ya no hay vino. Crescit sub pondere virtus. La autoridad pesa y en algunos se nota
más que en otros el peso de la púrpura. La talasocracia de los almogávares se
acabó y los felones se van de rositas. ¿Que pasará, qué va a pasar aquí? eso no
me lo preguntéis a mí que no soy experto en cremología el arte de la adivinación
pertenece a las veoras del Escorial y
otras hierbas. Ministros tiene el gobierno. Don Tancredo sigue subido a la
escalera; encaramado está y no se baja ni pa la de dios y en esa estamos. Hoy
tartamudea y va a escupir sus postizos. Le hace falta mucha crema corega que se
la metan por el meato auditivo hasta el crestón de su cimera bajo el tupé ridículo
y me niego a más crestomatías pues estoy hoy muy triste y cabreado y a lo mejor
mis coloquios dan soliloquios de tonterías
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