viva millán astray y abajo los mandiles y escarnecedores del honor de su nombre

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DIFAMACIÓN DE JOSÉ MILLAN ASTRAY A COSTA DEL CRIMEN DE LA CALLE HORTALEZA

Paso por la calle Hortaleza y siento las reverberaciones por el escándalo de un crimen cometido en 1888. Fue cometido por una sirvienta Higinia Balaguer que había trabajado como cocinera en ca don José Millán Astray director de la cárcel Modelo un gallego bondadoso acostumbrado a lidiar con el dolor humano. Tuvo que poner a la sombra a muchos facinerosos y de tales experiencias sacó conclusiones de reforma moral . Había sido amigo de Concepción Arenal y todo su afán como "carcelero mayor del reino" fue la rehabilitación de los criminales, ladrones, violadores, asesinos, arsonistas incendiarios, macarras, timadores. Su hijo el gran don José Milán-Astray que admiraba a su progenitor y adoptó el apellido paterno en lugar de la madre heredó esta inclinación— conocía la vida del hampa— y con esas miras, para rescatar a los que andaban perdidos por los bajos fondos, fundaría la legión con la idea de convertir a los convictos y presidiarios en hombres de honor. Eso era la Legión siguiendo las reglas del código samurai y la disciplina de los Tercios de Flandes. Sin embargo, la inteligencia: Unamuno, Ortega, Baroja a costa del crimen de la calle de Fuencarral organizaron una campaña contra él llegándole a acusarle de haber perpetrado el asesinato de una cubana rica terrateniente que regentaba una fonda en la calle del mismo nombre. Seguramente, el general laureado y héroe de la guerra de África quiso reivindicar a su padre cuando en Salamanca le gritó a don Miguel de Unamuno su "muera la inteligencia".

Fue un largo proceso, hubo manifestaciones pidiendo el indulto de Higina la cual ante la sorpresa de todos y desde el banquillo declaró ante el juez que ella era la asesina, pidió confesión, se arrepintió de sus culpas y le dieron garrote vil. Antes de subir los peldaños del cadalso oyeron algunos testigos de cargo cómo decía Higinia: " Perdóneme don José por lo que le hice sufrir, usted es un santo". Dejó mandas para misas, y  las ciento treinta pesetas, todo su peculio, testó a favor de un hermano cura que tenía en Zaragoza. El crimen de Fuencarral conmocionó a la España del reinado de María Cristina y provocó manifestaciones y tumultos. El odio de cierta intelectualidad que siempre tergiversa y manipula contra el gran general Millán-Astray el que hizo de Franco un gran legionario sigue campando por sus respetos. Entonces era rojo y ahora se ha puesto la máscara de feminista y liberal. Lo que nunca dirán es que este gran militarera un hombre compasivo, que conoció los bajos fondos de Madrid y amaba la farándula suya una hermana suya H. Millán Luquero escribió una obra de teatro que estuvo muchos años en cartel "La tonta el bote". El título de adjetivo y sustantivo que se ha hecho viral en nuestro idioma. Los Millán Astray eran unos coruñeses con clase y gracias a su afán redentorista y habilitador fue fundado el Tercio. Hoy son nuestros mejores soldados de elite. Desfiles al paso ligero y viva la cabra de la legión