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miércoles, 16 de enero de 2019

              e                            



  MISTERIOSOS
      MILAGROS
            DE
    LA SABANA             SANTA
      DE TURÍN Y EL TEMPLE
POR

               ANTONIO PARRA GALINDO

  






Es una historia apasionante que comienza en la Edad Media, en la que se funde la verdad con la leyenda y el mito. Unos dicen que se trata del verdadero rostro de Cristo. Otros que es  un fraude. En realidad la Sábana Santa de Turín se ha convertido en la reliquia más polémica de toda la catolicidad desde que fue captada en los negativos de un fotógrafo italiano hace justo un siglo. La peripecia experimentada por este trozo de sudario hebreo - ) o medieval? - desde Jerusalén a Edesa, hoy ciudad turca, y de allí a Constantinopla de cuya catedral fue expoliada por los templarios y trasladada a Francia, y de allí a Italia sería materia suficiente como para llenar con libros y documentos toda una recóndita galería  de los archivos secretos vaticanos cerrados a cal Sindonología y canto. Ha dado lugar a  una nueva rama muy específica de la ciencia histórica que se llama . Y, coincidiendo con la salida a luz pública de las famosas placas de Secondo Pía en 1898, la literatura esotérica es un género con garra en la sociedad de consumo, inquieta por las cosas del más allá pese al cacareado materialismo.
  Los cristianos griegos denominan a la famosa efigie  A Mandylion A, que quiere decir el paño sagrado. En el siglo VI el patriarca Nicolás Mesartes ordenó su traslado desde Edesa hasta la catedral de Santa Sofía. De acuerdo con una leyenda apócrifa, Cristo no murió tras su suplicio en la cruz. Cuando lo dieron por muerto, su amigo Nicomedus pidió sus restos al prefecto Pilatos y  saliendo de Jerusalén a favor de la noche se llegó hasta el enterramiento, curó las heridas del crucificado muy maltrecho pero aun con alientos y trasladó al herido hasta Edesa donde el Salvador sometido a un tratamiento de hierbas, pues Nicodemus era médico apotecario, vivió hasta los noventa años una segunda vida oculta. Su mortaja consistente en el paño mortuorio con que los judíos acostumbraban a ceñir a los difuntos quedó impregnado de los rasgos físicos del Señor como consecuencia de las substancias aromáticas y conservantes con las que fue fajado en el acto de inhumación: aloe, mirra y cinamomo y otros aditamentos balsámicos con los cuales los antiguos atajaban el proceso de descomposición.  Las cintas y vendajes que encontraron las Santas Mujeres en la mañanita de Pascua aparecieron impregnadas del olor corporal y las marcas de la silueta de Jesús. Según la costumbre judía, depositaron en la cavidad bucal del finado un denario al objeto de poder pagar al Barquero, cuando se presentase a Caronte quién pasaba los muertos a la otra orilla de la laguna Estigia previo pago del salvoconducto. A todos los difuntos se les introducía en el paladar o sobre la frente el óbolo de costas para la postrer singladura.  Era un rito griego que los hebreos asimilaron en sus exequias. Curiosamente, en la Sabana Santa quedan vestigios metálicos en forma de  redondel que bien podría haber sido producido por un denario. Esta es una historia muy bonita aunque difícilmente creíble.
 Todos los viernes del año hasta su expolio por los cruzados de Godofredo de Bouillon era trasladada la reliquia desde la catedral de Santa Sofía a una iglesia extramuros , que llevara por nombre Agios Ivan Xristiteli, emplazada en el arrabal Blancherna, en la propia Estambul. Los otomanos la destruyeron.







 El Mandylion o Santo Sudario es seguramente después del lignum crucis que trajo Santa Helena en el siglo IV desde el Monte Calvario la reliquia más venerada y una de las más espectaculares a pesar de que su autenticidad ha sido muy debatida habiendo generado apasionadas controversias dentro de la comunidad científica. La razón parece amotinarse contra el legado de esta tradición. Sin embargo hay razones que manda el corazón que no entiende la lógica.  Los detractores del Santo Síndone no ven  en   ello más que el prurito de la imaginación calenturienta, un embuste que se sacaron los curas de la manga de la estola para enriquecerse a costa de las credulidades del vulgo. El clero sabe estar al santo y a la limosna.
 Por consabido hay que dar que  la religión bien administrada  es una fuente de divisas y el soporte más fiel  del poder en todas las épocas, porque no vamos a contradecir a Lenin en lo del opio del pueblo.
Esto ha pasado algunas veces. Nadie puede resucitar. Va contra las normas físicas y la naturaleza no puede forzar sus propias reglas, establecidas por Dios. ni ir más allá de sí misma. Los detractores de los milagros y  los que no creen en la Resurrección - tenían ya un precedente en el pueblo hebreo, una de cuyas sectas, los saduceos, negaban el Seno de Abrahán - y de las sofisterías místicas recalcan que el documento de Turín fue una falsificación del siglo XIII llevada a cabo por un experto alquimista que conocía las reglas cromáticas de las manufacturas textiles y manejaba el pincel divinamente, porque seguramente sería un monje del Monte Athos especialista en representaciones iconográficas...Sea...
Es una opinión respetable, igual que las demás, pero, como dicen los británicos: A there is more than meets the eye A. Esto no es todo. Hay aspectos de la cuestión que no los abarca el ojo desnudo. El rostro de Cristo está en todas partes. Se multiplica. Viaja por Internet. La batahola  de ondas hertzianas .En 1997 el paño salió milagrosamente indemne de una fuego que se declaró en la capilla del relicario de Turín. Algunos vieron en este hecho fortuito o provocado un signo.




LOS TEMPLARIOS
 El legendario Jacques de Molay, maestre del Temple, al que por orden papal se encarceló en la Bastilla y se mandó ajusticiar - subió al patíbulo el 14 de marzo de 1314-, antes de ser  pasto de las llamas formuló una profecía escalofriante por su implicación a tres bandas. Contra el trono de Francia. Contra la Sede Romana quien por aquellas fechas vivía los aciagos tiempos del cisma de Avignon con sus retahílas de papas y de antipapas, bulas, interdictos, excomuniones, etc... Era por lo demás un maleficio contra el trono de Francia pronunciado desde una mazmorra de la Bastilla, que se cumpliría matemáticamente en 1789 la noche que guillotinaron a Luis XVI. A Un monarca de la Flor de  Lís - profería el augurio - pondrá la cabeza en la toza; al Papa lo meterán preso, y el rostro de Cristo nos mirará a todos desde el icono santo donde quedó plasmado por testimonio de su Resurrección al final de los tiempos. Será la contraseña de los signados a los que El vendrá a salvar en su segunda venida. El vaticinio del postrer clavero de los Caballeros del Temple que es muy similar a los que formula Juan en  Apocalipsis anunciando que se estampará en la frente la señal del número de la Bestia: el Aanosmia o 666 entre los  elegidos, y sólo ellos podrán vender y comprar ( no pensemos por favor en los intrigantes por lo herméticos y venales códigos de barras estampadas desde las cajetillas de cigarros hasta los paquetes de condones) parece  haberse  cumplido en la totalidad de sus tres apartados según nuestros vislumbres. Porque no solamente murió en la guillotina María Antonieta y el romano pontífice Pío IX fue internado en Santangelo por Napoleón sino que también se está produciendo una verdadera eclosión de iconos. Las estampas modernas de la imagen de  Cristo no son ya las acarameladas alcamonías asexuadas y cursis de hace unos años sino que plasman esa mirada del Hijo del Hombre que puede ser de todos los hombres no de uno en concreto diseñada en el Mandylion o Santo Sudario. Nos referimos al Cristo abstracto posando en majestad y bendiciendo mirando enigmáticamente para nosotros con unos ojos de calor y de comprensión, pero con la frialdad y el hieratismo del Pantocrátor, que ciertamente no son de este mundo, porque trascienden el tiempo y el espacio, y con la caballera abundante y recogida hacia atrás a la manera de los iconos bizantinos.
Es la vera efigie de la majestad solemne. Y hablando de iconos, claro está, ésta es la edad de la imagen cuando en cibernética no se podría funcionar sin los consabidos iconos virtuales  del ordenador. Iconos es una palabra nueva que ha resucitado el lenguaje emblemático cargado de símbolos de los antiguos para comunicarse por señas jeroglíficas.
Fluye por doquier. La proliferación de estas imágenes supone una verdadera revolución iconográfica en el seno de  la Iglesia latina que ha adoptado las formas estilizadas y  no antropomórficas de la griega a la hora de representar al Señor. En el principio era el crismón, que los cristianos de Roma marcaban sobre las bóvedas ocultas de las catacumbas. Con una ji (X) y la rho (P) griegas fundidas con la prótesis alfa y la apódosis omega, enunciando el principio y el fin de todas las cosas. Lo que abre y lo que cierra.
La clave de la vida y de la Historia esto es.
  El crismón se complementaba con el IXTHIOS, o pez eucarístico, que se corresponde a su vez con la palabra que en griego quiere decir pez y que en la simbología paleocristiana se traduce como CRISTO-JESÚS - HIJO DE DIOS. Estamos delante de la gran sigla, de bruces sobre el arcano de los misterios, a la sombra del Grial, que bien pudiera ser el Santo Sudario.
En los retablos de ahora  y en los  modernos altares de los templos edificados durante las últimas décadas se representar con harta  frecuencia al AMandylion@ o Santa Faz, y a la Virgen como AOdyguitria A(la que muestra el camino) de la iconografía ortodoxa, idealización esquemática y escoltada por sendos arcángeles con figura humana con las alas distendidas y por debajo el epígrafe heleno A Mater Theous@( Madre de Dios).
 No se sabe cómo era Jesús en su carne mortal, pero éste es el único dato fiable, pues según las mediciones antropométricas del sudario,  debió de medir entre 1,82 metros y 1,90 de estatura. Tenía la cara alargada y debió de ser un varón hermoso y bien proporcionado, la tez trigueña con una cierta retiranza aria más que semita, y los miembros bien proporcionados.
El cuadro de la Odyguitria ( La Virgen del Perpetuo Socorro) se le atribuye al evangelista Lucas que era médico y pintor, pero esta antiquísima tradición ha de ser acogida con reservas ya que tampoco tenemos pruebas precisas al respecto. Sin embargo, este ornamento sagrado, según el dictamen de los expertos que han determinado de una forma categórica e inconcusa las denominadas pruebas del carbono catorce llevada a efecto por científicos yanquis, obsecuentes con el criterio de que era una falsificación de urdimbre medieval.

                                                             
                                                                 II



 El normando Geoffrey de Charny, un discípulo de Morlay , que estuvo preso en San Juan de Acre durante las cruzadas, llevó a Roma el lienzo funerario, para ser bendecido y cotejado. Con  la anuencia del Papa Clemente VII   lo colocó en la cripta de la iglesia de Lorey.
)Formaba parte la famosa  reliquia del legendariamente fabuloso tesoro de los templarios tan codiciado por el rey de Francia? Los historiadores se muestran de acuerdo en que una de las causas de la muerte del preboste de la Orden más importante que tuvo la Iglesia en los siglos finales de la Edad Media fue la codicia de Felipe el Hermoso de consuno con las apetencias de la Silla Romana.
 No se sabe a ciencia cierta bien lo que pasó, pero corría la voz de que los templarios eran grandes alquimistas y que guardaban no solamente el Grial que abría las puertas del cielo y de la felicidad en la tierra,  sino que también habían alcanzado la fórmula secreta de transformar cualquier metal en lingotes de oro.
 Porque, familiarizados con las ciencias ocultas e íntimos conocedores de los arcanos de la crisopeya, habían accedido al ultimo grado de los conocimientos gnósticos . El que da llegar a la piedra filosofal. Pero todo esto es fabuloso. Volvamos a los hechos contrastados por la historia.
       El lienzo funerario fue exhibido en París por la viuda de Geoffrey de Charny, del que se decía que era un hijo natural del maestro del Temple, Jacques de Morlay, que murió en el tormento de  la hoguera.
La condición de sacerdotal  no era óbice por tales calendas para que    personas consagradas como eran los monjes de las órdenes militares se reservasen el derecho de procrear y tuviesen comercio carnal  con mujeres, y esto deshace también la especie vertida contra los templarios de practicar la pedofilia , reduciéndola a la categoría de bulo. Fue uno de  tantos infundios que contra ellos fueron propalados por aquella época: la homosexualidad.
  Clemente VII publica un rescripto para que la joya pudiera ser expuesta al público en la ciudad de Lirey.
En 1578 ya está en Turín donde consigue  convertirse en una de las grandes atracciones místico históricas de la capital del Piamonte, pero su ostentación a la devoción popular se restringe a días muy concretos del año. La reliquia había llegado muy dañada como consecuencia de un fuego que hubo en la ciudad de Lirey; quedaron algunos chamuscones en los bordes, pero la pieza salvó también aquella vez milagrosamente.
 Hasta el presente siglo a raíz de las espectaculares fotografías tridimensionales obtenidas en 1898 no se somete al pertinente análisis químico con técnicas muy depuradas como los rayos infrarrojos y la utilización de sales especiales para rastrear toda su estructura con rigor exacto.
Se observa  en la composición una serie de elementos conservantes como el áloe, savia de Terebinto, mirra y otras substancias balsámicas, pero lo que llama la atención de los estudiosos es un hecho poco común: en el lienzo aparecen partículas de plantas liliáceas hoy extinguidas y cuyo florecimiento los palinólogos( especialistas en botánica arcaica) fijan en Asia Menor y  Palestina hace muchos siglos; esas yerbas nunca crecieron en Europa, a decir de los expertos, que vienen a ser los arqueólogos de la fitología.
No es posible que en la Edad Media pudieran haberse producido estas flores en el Viejo Continente,  a no ser que hubiesen sido transportados por vilanos (flores del cardo que lleva el aire)o en alas de algún pájaro migratorio o por el aire mismo.
 Este es un argumento a favor de los que creen en la autenticidad de la tan controvertida  tela.
Los estudios en razón de la polémica mundial suscitada fueron en  incremento después de la II.G.M. cuando Turín, tomada por  los americanos, a raíz de la caída del fascismo, llega a ser la capital europea del esoterismo. Los científicos USA  han capitalizado el asunto desde aquel  primer reportaje por la TV.
 En 1973, y sobre todo, a partir de las conclusiones de un equipo de investigadores de la NASA que detectaron en el paño las secuelas de lo que pudiera haber sido una explosión nuclear. Hay en todo ello materia esotérica para dar y tomar. Un género literario que inunda las librerías del mundo.
 Hoy muchos se refieren a la Sábana Santa de Turín como el Quinto Evangelio.

CUERPO MÓRBIDO
  Todo es tan aleatorio como inconcuso a la vez. Cabe la instancia de que la tela en la cual fue envuelto el Señor fuese una falsificación llevada a efecto por algún ducho A manitas A italiano avezado a la técnica de la reproducción en oleografía precisamente en una época en que proliferaba el culto a las reliquias como retributivo fenómeno de fe en el más allá y en el negocio, que en este mundo pecador no hay ganancia mayor que allí  donde se atisba algún hecho preternatural, supuesto o real, porque la aparición da siempre lugar a la peregrinación y, ésta al emolumento y  la ganancia, como demuestra el hecho de que Fátima sea el capítulo más importante en el ingreso de divisas que tiene montado el gobierno portugués, y otro tanto podría decirse de Lourdes, y nada se diga de Jerusalén.


   Es verdad. Tales apostillas son absolutamente razonables, pero tampoco hay que dar de lado al carisma como categoría inherente a la religión predicada por el Nazareno, que cerró la boca de los leones en el circo de Roma, sobrevivió a las herejías, las revoluciones aguantando el filo de la espada y sobrevivirá a sus enemigos de dentro y de afuera, a los errores de sus ministros, a las modas y a la especulación política. El icono de Turín en esta época iconoclasta e iconográfica a la vez, puesto que domina la imagen que triunfa y vende, la que entra por los ojos, se ha convertido en un símbolo de la espiritualidad de nuestros días, un tanto supersticiosa, la verdad sea dicha, porque no cabía otra fórmula.
 Puede ser un argumento también  de que las relaciones con la divinidad, pese al mecanicismo, el materialismo y el racionalismo de la  época no han quedado rotas.
El hombre no puede remediar su fascinación por la trascendencia en medio de las dudas y del ambiente propicio a no creer  más allá de lo que se plasma delante de  nuestras propias  narices.
 La Santa Sábana con su hermetismo misterioso parece encerrar la clave de ese misticismo gnóstico que fascinó a los Templarios tan vilipendiados pero al mismo tiempo tan en boga. )Está volviendo el Temple? )Marcará el milenio entrante el cenit  del culto gnóstico como elemento catalizador de síntesis entre todas las religiones en la época del ordenador y de las conquistas espaciales a la sombra del Evangelio?
 Es a lo que aspiraban estos frailes, grandes constructores de catedrales, introductores en Europa de la tradición caballeresca, apasionados de la sabiduría y de la ciencia ( en todas sus construcciones arquitectónicas introducían como elemento decorativo o mascota de protección un A baffamot [su inventor fue un templario: San Alberto Magno pero su discípulo el dominico Tomás de Aquino lo mandó destruir porque veía en el artilugio una obra diabólica] Aque era una especie de cerebro electrónico, una especie de robot. Aún no había sido inventada la TV. Si resucitara el bueno de Santo Tomás lo mismo que se liaba a tiros. El baffomet basado en movimientos binarios fue el gran predecesor de Internet. San Alberto Magno también llamado Mago lo había conocido a través de los monjes que venían de Jerusalén.
 Roma, que años más tarde procesaría a Galileo, celosa de su poder desmedido, y que nunca ha permitido que nadie le hiciese sombra, como se comprueba a lo largo de los turbios manejos  de los papas de la Edad de Hierro, entre el siglo VII y el año 1000, o la oposición con el emperador germano en la siniestra cronología de las Investiduras, sin hacer excepción de los pocos edificantes pontificados Borgia, mandó a Jacques de Morlay al quemadero.
Su maldición  pesa cual  negra sombra sobre Sede Apostólica. ) Pedirá ella perdón rehabilitando al ultimo clavero de la Orden de San Juan Bautista - algunos anales lo acreditan como mártir - como ya hizo con Galileo o con Savonarola?
  Todo eso está por ver.
 En cualquier caso, los templarios, iniciados en  los secretos gnósticos y teniendo en cuenta su condición militante y penitente, porque en eso siguen al Precursor, tendrían la clave del futuro y pudieran salvar a la Iglesia de tanto poder, tanta regalía, tanto ir y venir en papamovil, rescatándola de las garras de la intolerancia y el oscurantismo y del mal más grave que siempre la amenaza: la macrocefalia  y el dogmatismo, tan lejos del Mensaje del Sermón de la Montaña.
  Eso pertenece al aparato externo y a la hojarasca vicaria de los intereses humanos. Por eso, la Iglesia que es eterna y se encuentra dominada por la sabiduría del Espíritu, cuando muere un Papa, lleva a cabo uno de los ritos funerarios más emocionantes y significativos.
 El anillo pastoral del pontífice fallecido es machacado con un martillo de grandes proporciones y en torno al cadáver se hacen nueve abluciones y se rezan nueve responsos, no uno como al común de los mortales, porque el pontífice al heredar la tiara se cree que está sujeto a más tentaciones - sobre todo las que otorga la gloria y el poder en ejercicio - que los que nunca tuvieron sobre sus espaldas responsabilidad tan abrumadora como la de ejercer las funciones de representante de la divinidad en la tierra. Suele decirse que casi todos los sucesores de Pedro al llegar la hora de la muerte se sienten atormentados y sobrecogidos pues temen más que las personas ordinarias el juicio de Dios.
 Su responsabilidad es entonces mayor y al rendir cuentas se le reclamará en grado consonante con las obligaciones. En la ceremonia de entronización hay otro rito pontifical que recalca ese aspecto de la fugacidad de las cosas humanas: el cardenal arcediano va delante de la cruz procesional portando en la mano una tea encendida que pronto se apaga, mientras exclama:
        - Pater sancte, sic transit gloria mundi. (Así se esfuma la gloria del mundo, Santidad).
Por desgracia -  lo demuestran los anales - muy pocos elegidos para tan alta misión entre los sucesores de San Dámaso hacen demasiado caso del imperativo de rúbrica en el ceremonial de coronación.
Solieron caer en la tentación del poder y de la vanagloria por causa de la flaqueza de la condición humana. El poder  supone una tentación, porque  corrompe, y el  poder absoluto más aún.. Sin embargo, portentos como el que nos ocupa, o los sucesos extraordinarios de las apariciones de los que se tienen noticia en el mundo de hoy, pero, sobre todo, esa llamada interior de la fe que sienten en su interior muchos cristianos, esa intuición, esa luz interior, que es lo más maravilloso del cristianismo, que nos ayuda a pechar con las múltiples dificultades de nuestra vida, consuela en las aflicciones, y guía en la oscuridad de los caminos de la existencia plagados de abrojos y de peligros, apuntalan más nuestro compromiso con el Evangelio a despecho de las pompas y vanidades terrenales o las miserias y grandezas del peso de la púrpura, que no todos saben llevarla con dignidad.
Es lo de fuera,  el matorral de la espesura, hoja caduca que renueva la savia en los ciclos estacionales y que mudará el viento de los otoños.
 El néctar está en el interior del tronco del árbol y seguirá brotando cada primavera. La  Iglesia esotérica siempre estará más viva que la exotérica que es  la aparece relacionada con las fuerzas seculares.
                                        
                                                                      III 




        En el oficio divino se repite con frecuencia un adverbio  latino (multifariam = en muchos puntos y lugares) que expresa ese alto concepto sobre la multiplicidad sorprendente y de las formas más inauditas con que se deja sentir la acción divina sobre el mundo.
 El rostro de Dios es poliédrico y su casa encierra infinidad de moradas. La verdad de Dios nunca será horizontal. A ella se accede por caminos tortuosos en vueltas y revueltas como para subir a una montaña. Se trata del movimiento espiral de la historia.
 La idea que esbozó el Maestro a lo largo de sus predicaciones por Galilea pertenece a la filosofía gnóstica que fue la primera en descubrir la diversidad de la realidad casi inabarcable por lo complejo de las situaciones en que se manifiesta y recapitula  Einstein en su Teoría de la Relatividad.
 Aquel descubrimiento hizo que el mundo dejase de ser el mismo. Por lo pronto, puso  a toda la Física patas arriba, disparó las naves espaciales hacia el cosmos,  colocó sobre el frágil planeta nuestro el cartel de: A No tocar.Peligro de explosión nuclear@ con la tibia y la calavera imbricadas.
Jesús insiste en este principio calcado de la ideología de Hermes por lo menos en tres ocasiones cuando dice:@ No juzguéis y no seréis juzgados@...@ Dejad que los niños se acerquen a mí@ ... Amáos los unos a los otros A . Es decir: dejarlo estar, no busquéis los cuatro pies al gato, que la verdad está en el amor. Pero el amor es conocimiento y es correlativo a la sabiduría porque sólo el que conoce vive y ama.
Por contra, el odio, los prejuicios humanos siempre suelen amancebarse con la ignorancia y con la inquietud. Esa idea la había predicado, casi veinte siglos antes que Cristo, Hermes Trimegisto de Alejandría, el tres veces grandes, tres veces santo, tres veces sabio, convirtiéndolo en piedra angular de su filosofía.
 Es un maravilloso canto a la vida interior, atrio inviolable de la libertad de pensamiento y de acción.
      El  Santo Síndone, curiosamente, en abono de un enigma que no cesa, fue guardado sólo en iglesias y basílicas dedicadas a la advocación de San Juan Bautista ( en Edesa, Lirey, Estambul, Turín) , porque iglesia templaria del Precursor era la de Lirey e iglesia del mismo nombre es la de Turín donde se encuentra la más famosa teca de la Cristiandad. Su primer bastión fue San Juan de Acre  orilla de Jerusalén.
) Es una casualidad o un signo de la Providencia?
     A He aquí el monumento eterno de la gloria de los sufrimientos de Jesús Crucificado. Venid a adorarlo...@ Ave, o bona crux , spes unica@, dijo en un sermón pronunciado el 24 de junio de 1898 en la iglesia de Turín antes mencionada el arzobispo metropolita, Agustín Richelmy en los fastos de la ostentación de la reliquia a la veneración popular. Por tales fechas el mundo entero se conmovió con las impresionantes fotografías obtenidas por un fotógrafo local, SECONDO PIA, el cual en enero del mismo año obtuvo unas placas del Síndone en tres dimensiones, en las cuales los científicos apreciaron signos de haber estado enrollada la sábana a un cuerpo mórbido en estado de putrefacción.
 En el pecho quedaban marcas de flagelación. En las sienes, las de las espinas  y en las muñecas los estigmas de los clavos. Es el primer testimonio  que ratifica  que el reo no pendió del madero por las palmas de las manos sino por las muñecas, y que no hubo cruciferagio o rotura de las piernas, como testimonia el Evangelio  contraviniendo así las normas del tormento infligido por los romanos a condenados a morir por muerte de cruz. Para acortar la agonía se les partían las piernas a los crucificados, pero con Jesús  no hubo necesidad al comprobar sus esbirros que acababa de expirar. El centurión optó por el golpe de gracia de hincar la lanza por los ijares, de donde manó sangre y agua. La Quinta Llaga.
   El reportaje de Secondo Pía dio vuelta al atlas. Muchos creerían,  pero otros pensaron en un montaje bien amañado por los curas. El rey Humberto I de Italia prohibió hacer más fotografías.
Las instantáneas aparecían en todo su esplendor como dotadas de un fuerza indeleble que conmovió a las naciones ante el aspecto sereno de aquel varón de dolores de faz augusta que recordaba la visión del semblante de Cristo ya manejado por la iconografía oriental.
El arte de la fotografía estaba en pañales, pero la cámara oscura y el trípode de Secondo Pia utilizando los polvos de oxalato de hierro y de manganeso habían sacado una reproducción perfecta y hasta diríase que inquietante.
 Tras los baños de plata pertinentes quedaría positivada sobre el negativo  la imagen en cuestión  proyectando una silueta indeleble del cuerpo del Señor, una composición en la que destaca la faz inalterable del sujeto  pese a los sufrimientos.
El Varón de Dolores que profetizara Isaías se muestra ajeno a sus propios padecimientos, porque los ha vencido, los ha remontado.
En diciembre de l899 otro francés aficionado a la fotografía, Ulises Chevalier, fue llamado a declarar ante un tribunal de Lyon, donde un grupo de católicos habían sido denunciados por falsarios, después de haber comercializado y puesto a la venta las famosos negativos de su colega italiano.
 En la deposición  forense que haría Chevalier delante del juez,  declaró que las placas habían sido tomadas del natural sobre el original existente y que no estaban pintadas ni retocadas. Francia vivía entonces conmovida por el asunto de Dreyffus y las revelaciones de Ulises Chevalier a muchos les parecía una salida de tono.
 Se exaltaron los ánimos de los círculos agnósticos y ateos preponderantes en la Francia de fin de siglo. Se reclamó el veredicto del Pontífice sobre el tema,  pero ni León XIII ni su sucesor se pronunciaron ni en un sentido ni en otro al respecto del escabroso aliciente del Santo Sindone.
Sería Pio XI, un intelectual y escritor que pasó la mayor parte de su vida hasta su elección encerrado en la biblioteca y que, contra todo pronóstico creía en el carisma de los milagros ( él canonizó a Teresa de Lisieux proclamando la A lluvia de rosas A) el que dictaminara que la reliquia del Santo Sudario estaba admitida por la Iglesia.



LAS CARAS DE BELMEZ
  Hace unos años la España franquista se sintió conmovida por un hecho que se salía de lo corriente. En una casa particular del pueblo jiennense de Bélmez aparecieron una serie de rostros  en el muro perfectamente diseñados. Se comprobó que allí hubo enterrados o emparedados personas. Sucede que el sudor mórbido de los moribundos y de los cadáveres exhala urea  , una sustancia química que al fermentar produce amoniaco. Cuando se evapora el amoniaco éste a su vez cría tanino; el tanino determina finalmente que surjan imágenes. Es una reacción química equiparable al proceso que utilizan los fabricantes de calcamonías. El amoníaco de las caras de Bélmez y las impregnaciones de la Sábana Santa obraron ese milagro inexplicable aparentemente, aunque en el fondo estén perfectamente incardinadas sus causas en las leyes físico químicas.
Hubo un factor de sorpresa añadido cuando en 1973 los militares estadounidenses J. P. Jackson y Eric Jünger revelaron que habían encontrado en el sudario marcas de lo que podía haber sido un estallido de radiación solar.
Los evangelistas narran cómo las santas mujeres que se acercaron al sepulcro vieron una luz sobrecogedora que las hizo temblar, pero un ángel vino a confortarlas al tiempo que decían que al que buscaban no estaba allí, que había resucitado. Sus declaraciones estallaron como una bomba. Los más aviesos fueron diciendo por ahí que Cristo era un extra terrestre. La NASA estaba por esos días metida de lleno en la investigación de los platillos volantes. Las teorías de Jackson y Jünger no pudieron concretarse en demostraciones fehacientes pero contribuyeron a que no menguase el interés por la venerable reliquia.
Resulta que ésta era de una textura inconsútil al igual que la túnica de la cual hablan los evangelistas y que los soldados romanos se jugaron a la taba al pie de la cruz.
Era de lino sin costuras y en un segundo análisis volvieron a aparecer los restos de pólenes y de yerbas exóticas.
 Las pruebas del carbono catorce incoadas en la segunda mitad de la década de los 90 dieron resultados negativos sobre la antigüedad del documento, pero, a decir de determinados sindonologos,  las pruebas del carbono, que dataron el lienzo hacia comienzos del siglo XIII y nunca en los inicios de la era actual dijeron que no habían sido llevadas a cabo convenientemente. Otros alegaron que dichos experimentos fueron una forma de poner a la Iglesia contra las cuerdas mediante comprobaciones periciales.
Ésta hubo de admitir que, si bien es posible que la sabana no fuese  el sudario de Cristo lo resulta infalible  que se trata de la reliquia  más veneradas del orbe. La que ha creado a lo largo de los siglos un mayor nivel de fervor y de expectación..
En éstas estábamos cuando se produce un pavoroso incendio en la capilla de San Juan Bautista de Turín en 1997 con el Papa en el estribo del avión para emprender uno de sus múltiples viajes. Todo el edificio fue pasto de las llamas pero el vestigio de incalculable valor sale indemne del fuego, un hecho que unos reputan de milagroso, pero que otros atribuyen a la pericia y al arrojo de un bombero que logra rescatarlo cuando ya el cofre de metales preciosos donde se guarda el corporal  daba señales de fundirse.
 Hay quien atribuye el  percance a la acción intencionada de una mente maligna y criminal. Porque ha de ser tenido en cuenta que  Turín es una de las ciudades mundiales donde más casos de posesión diabólica se han dado últimamente, al ser la industriosa capital del Piamonte sede de sectas  y conventículos que profesan el culto al diablo. A los pocos meses del incendio sobreviene el terremoto de Asís, otro hecho que tampoco  los estudiosos de las ciencias ocultas del siglo XX dan por casual, porque así estaba escrito de antemano. Ya lo anunciaban algunas profecía


                                                       

                                                                  IV

    Cabe la posibilidad de que nos encontremos ante una falsificación, obra de la alquimia que bien pudo ser trocado en la retorta de algún monje oscuro conocedor de las leyes secretas que rigen el crisol de los metales y la combinación de los ungüentos y colores. La alquimia era el arte sagrado, el gran A desideratum A de la sabiduría hermética.. Se cultiva durante toda la Edad Media en Europa. Fue traída por los árabes. Nunca se practicaba a la luz del día sino en el interior de lóbregas cavernas, donde hombres excéntricos de narices corvas y largas melenas de guedejas grises, rodeados de matraces, alquitaras y otros cachivaches y vidrios tallados que contenían líquidos de diversos colores en ebullición llevaban a cabo sus investigaciones. El introductor de la alquimia en España fue Raimundo Lulio el Venerable.
El doctor Iluminado como se le conoce en los estudios teológicos murió mártir apedreado por los sarracenos fundamentalistas. Si no ha subido hasta ahora a los altares quizás se deba a haber cultivado esa actividad tan sospechosa como es la alquimia.


Hubo un papa, Juan XX, que cultivó la panacea universal o arte de transformar en oro los metales; en su testamento otorgado el l334 legó a sus herederos una suma considerable de 28 millones de florines obtenidos en el alambique secreto que transmutaba en metales preciosos los  viles y que practicó las ciencias ocultas toda su vida. Era un alquimista, y alquimista fue el famoso quiromántico y adivino de la corte de Juan II, el marqués de Villena, cuya tumba puede visitarse en los Jerónimos de Segovia. El tal marqués también conocido por A el de Villena, ni palabra mala ni obra buena A - tal debería de ser su catadura moral y su perfidia - se rumoreaba tenía pacto con el diablo y gracias a estas mañas conseguía resucitar a los muertos. Incluso llevó a cabo el primer caso de clonación de la historia fabricando un personaje que era idéntico a sí mismo. Merced a este doble logró salvar el pellejo multitud de ocasiones.
En la época de los magos medievales hacer una réplica o fabricar un sudario semejante al que tuvo en sus manos José de Arimatea no era cosa difícil.
 Había tecnología suficiente para ello, una tecnología que hoy se ha perdido como se ha perdido el secreto de los maestros que edificaron las grandes catedrales europeas. La alquimia y la sabiduría hermética era la pasión de aquellos siglos, tanto como pudo serlo la cetrería o el conocimiento de las yerbas.
 Un médico francés, el Dr. Barbet , comprobó en el lienzo de Turín hasta 120 marcas de azotes o golpes de A flagrum A- un palo al que iban unidas unas correas de cuero rematadas por bolas de acero A verbera A con las que se flagelaba a los condenados - llegando a la conclusión de  que la paliza fue administrada por dos verdugos diferentes los cuales se habían ido turnando en la tarea.
 Cinco hebras de la Sábana escudriñadas al microscopio en 1973 revelaron que la imagen se plasmó sobre un cuerpo mórbido porque había rastros de amoniaco y partículas de sustancias aromáticas y residuos de fanerógamas no habituales en el continente europeo pero bastante frecuentes en Asia.
Se encontraron manchas de sangre coagulada y las ya consignadas marcas de clavos en las muñecas. Cristo pesaba unos ochenta kilos y medía poco más de un metro ochenta centímetros.
Murió de asfixia a causa de su posición en la cruz que determinaría un encharcamiento de los pulmones al  cesar éstos de bombear aire. Las pruebas del carbono catorce fueron efectuadas por William C. Libby, premio Nobel de Química 1960, uno de los investigadores que contribuyeron en 1946 al hallazgo de los tan traídos y llevados Rollos del Mar Muerto. Aunque se trata de una reacción química harto compleja podría sintetizarse de la manera siguiente: cada minuto que pasa los seres vivos crean una cantidad determinada de isótopos carbono catorce, pero cuando esas plantas o animales cesan de absorber oxígeno terminan al punto las emisiones del isótopo. Es posible calcular la edad de un fósil o de cualquier materia siguiéndole la pista al carbono catorce estudiando al microscopio las adherencias y trazas que deja en torno suyo todo cuanto tuvo vida.
 La edad de un árbol se puede colegir al trasluz de  los arillos concéntricos. Que aparecen como un diagrama  al hender la sierra en el tronco para cortarlo .El surco de cada circunferencia es una floración. Pues muy similar a esto es mutatis mutandis la prueba del carbono catorce. La energía ni muere ni se destruye, sólo se transforma. A tenor con ese axioma hay una interdependencia cósmica o lo que llaman algunos científicos el A EFECTO MARIPOSA@. El batir de las alas de un insecto  en  Nueva York puede provocar un huracán en Mallorca.
La Biblia traduce dicho principio sinérgico con una frase que nos debe llenar de esperanza a los creyentes: A vita mutatur non tollitur A. La vida se cambia o transforma nunca se arrebata. La materia se adapta y adopta otras formas (metamorfosis). Los que creen en la reencarnación se basan en este principio del Aefecto mariposa, porque la energía es indestructible y todo lo que vive deja un rastro indeleble en algunos casos como demuestran algunos estudios con fósiles. Las investigaciones palinógraficas a que ha dado lugar el Santo Síndone determinan la existencia de otra flora muy diferente a la que hoy conocemos.
 Algunos folículos aparecen  estratificados cuando se contempla toda la pieza a través del ojo implacable del microscopio, en forma de muescas o adoptando otras formas caprichosas de la naturaleza.
La familia Charny lo tuvo en su poder hasta 1356. El Santo Sudario ha resistido dos incendios, varios intentos de robo.
La imagen aparece estampada o impresa mediante una técnica xilográfica, de la misma forma que pudiera ser estampado un vestido a la moda.  La faz del Señor emerge con una semblanza  muy humana y muy divina al propio tiempo, emanando toda su figura recogimiento y quietud sin convulsiones macabras ante la muerte.  Es un rostro de varón muy de antes y después, en el que se funden el hoy, el mañana y el ayer, porque es valedero para el ser humano de todas las épocas. Se da la coincidencia de que la reliquia más venerada por la Iglesia latina presenta una clara tendencia griega. En ello tal vez haya que encontrar un síntoma de hacia adonde apuntan en Eclesiología la dirección de los turnos de la veleta que marca el rumbo de los vientos. El futuro ya está aquí. AEx oriente, lux. La luz alumbra ya sin más requisitos para los tiempos venideros.
Ex Oriente Lux. La luz del día augural de la fe remonta por Levante.  Es el rostro del Redentor que viene, y su presencia se siente  cada vez con más fuerza también.
En el caso de que sean ciertas las aseveraciones de los científicos americanos que aseguran haber hallado el rastro de radiaciones que impregnaron el cadáver devolviéndolo a la vida, cabría suponer que la fuerza de aquella eclosión hizo saltar por los aires la losa del sepulcro  y que Jesús transformado en cuerpo de luz venció a la fuerza de la gravedad.
Hay un halo inexplicable en toda la composición. En la región intercostal destacan las secuelas de una incisión o boquete, pero sobre todo, examinada la cavidad bucal, en su interior fue encontrado vestigio de una leptón ( moneda antigua hebrea de los tiempos de Pilatos) en cuya sobrehaz se dibujaba la efigie del emperador reinante, Tiberio.


Los griegos y los rusos celebraban ya en el siglo VIII la fiesta de San Mandylion, o la del Santo Rostro. Este es un dato muy a tener en cuenta para obviar las cábalas de aquellos que datan su aparición en el siglo XIII.
Asimismo, ceba la hipótesis de que la sábana de Turín pudiera no ser la auténtica sino una copia de la original que estuvo mucho tiempo en Constantinopla. Hay en el mundo varios santos rostros. Sin ir más lejos en España hay dos, el de Jaén y el de Oviedo.
Javier Briansó, ingeniero de Minas y miembro del Centro de Sindonología corroborando los trabajos de los profesores italianos Bollone, Ballosino y Zacà, en un interesante trabajo aunque demasiado técnico aparecido en el periódico ALa Nueva España@(10-II-1997) data mediante fórmulas químicas que el lienzo de la Cámara Santa ovetense fue fabricado en el siglo VII, por lo que no puede ser el original. Sin embargo, es del todo seguro de que la reliquia de José de Arimatea existió y que, si no en su estado original, al menos ha llegado hasta nosotros como  una señal cierta de la existencia de Cristo y que su espíritu pervivirá hasta el fin de los tiempos.
El quinto evangelio se transforma de esta forma en la máxima reliquia de la cristiandad. Su rostro se estampa por doquier y está resurgiendo. Es la mirada que vuelve para dar esperanza a los hombres. Es una luz interior que se siente adentro más allá de las diferencias externas de criterio, las reivindicaciones históricas, la malicia de los hombres o las razones de Estado o de la alta política.
 Son ojos llenos de misericordia y de perdón, porque pertenecen al orden esotérico ( lo que está dentro) y que trascienden lo exotérico, lo aparente, lo externo. Sobre ambos planos del Espíritu y la Carne se proyecta el gran combate, el largo camino de la Humanidad hacia su destino.
Quizás haya muchos que sigan poniendo en tela de juicio los milagros. Se precipitan sin duda al rechazarlos categóricamente, porque , como escribía Agustín hace mil quinientos años, A un milagro no acaece en contradicción con las leyes de la naturaleza sino en contradicción con las leyes de la naturaleza que nosotros, en nuestros limitados alcances, desconocemos”.
El obispo de Hipona deja así la puerta abierta a la investigación y al progreso.


Antonio Parra Galindo

                          


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