SACRAMENIA ALTOS MUROS SAGRADOS
SEÑORÍO HUMILDE DE LA MEJOR CEPA CASTELLANA. LA DEVOCIÓN A SANTA ANA MADRE DE
NUESTRA SEÑORA Y ABUELA DEL SALVADOR ARRANCA DE LAS FUERTES CONEXIONES BIBLICAS
DE LOS CONVERSOS. EN LA EDAD MEDIA SE CONSIDERABA A SANTA ANA PROTECTORA DE LA
MUJER. ERA ABOGADA DE LOS PARTOS. PUES SE DECÍA EN LOS ALUMBRAMIENTOS:
"SANTANA TE CONCEDA UNA HORA CORTA, HIJA"
Todos los cojos van pa Santana de
Montarés (circunstancia de la que he dado profusa cuenta a mis lectores) y
arriba me subo yo con mi pata galana dicen los cudillerenses todos los 26 de
julio pero tierras adentro en las tierras del Duratón cerca de donde nací
existe un paralelismo similar. La madre de la Virgen a la que tanto veneran los
marineros es para los habitantes de estos valles que llamaban los aportillados
es santa tutelar. Mi visita de ayer a esta villa tan hospitalaria y una de las
mejores de la provincia de Segovia fue una ocasión nostálgica para recordar
cuando bajábamos en el carro las mulas engalanadas para la ocasión luciendo
flores en las colleras y EL petral retumbando al trote corto con caireles y
campanillas aguas abajo de Pecharromán donde había una dehesa boyal.
Mi abuelo visitaba al sastrín que vivía cerca la plaza, era
algo pariente y al cura Francisco sobrino de mi tía Inés la de Fuentepiñel al
cual yo llamaba primo.
A misa tocaban las campanas de
Santa Marina un templo románico precioso nada más llegar de arribada nosotros. Después
la comida en la cual no podía faltar el cuarto de lechazo con escarola regado
por el vino de Sacramenia que es a mí juicio el mejor vino de la ribera del
Duero pisado según la norma que seguían los frailes de san Bernardo del canon
borgoñón, y tarugos de pan de mollete, candeal de la mejor escanda. Al baile
por la tarde; la jota y la orquesta de los Pichilines unos músicos de Peñafiel
muy populares en los años 50 en la Comunidad de Villa y Tierra. Uno era gordo y
el otro era flaco y el más viejo el abuelo tocaba la caja primos horamente. Hoy
son menos humildes y creo que mejor preparados y más competentes. Ya no hay
dulzainas ni chiflas, sino toda una orquesta de jóvenes promesas. Que nos
deleitó con sus pasacalles e interpretaciones de populares rondas castellanas.
A mi la que me gusta más es la del tío Ruanillo que se tiró por el puente de
Aranda y no se mató y otra entrañable cuyos sones me hicieron llorar porque la
cantaban mi abuela Leonides y mi tía Paulina con buen oído y mejor voz: la Tia Melitona ya no amasa el pan etc.
cuando el son empezaba a declinar el abuelo se despedía de los suyos aparejaba
la yunta y vuelta a los cerros altos de aquel valle donde se ubica Fuentesoto
pegando botes por los entre los baches del andurrial. Parábamos subiendo hacia
Valtiendas en el monasterio de San Bernardo y cantábamos la salve a Nuestra Señora.
Mi primo Agustín y el que cuenta esto nos bajamos mientras el abuelo se detenía
en Valtiendas para visitar a Melares a pagarle la soldada (era el pastor del
rebaño familiar)
Ínterin, picábamos moras que
llaman santiagueñas y se las llevábamos a la abuela Zeledón. Uvas pintonas de
los majuelos colindantes iba a parar al bote y ya con las primeras estrellas hacíamos
la entrada por la Revuelta de los Carros. Ya rendidos por el cansancio, así
acababa nuestra fiesta de Santa Ana. Hasta otro año. Otro año más y otro año
menos.
Era costumbre galante al cabo de
estas romerías ofrecer los mozos a las mozas almendras garrapiñadas de Alcalá.
Pasé unas horas entrañables ayer
en Sacramenia que era el pueblo donde vivaqueaba la Legión VII cuando las
tropas de Escipión se preparaban para el asalto a Numancia. Conserva de aquella
época su aire de fortín castrense y un señorío militar en el que se fundieron
las tres culturas. Alfonso VII el emperador la repobló de moriscos después de
la conquista de Jaén. Era una villa hermana gemela de Sepúlveda la Septem Publica
o siete puertas que era sede episcopal en los tiempos visigodos.
Peñafiel a la retaguardia cerraba
el círculo Sacramenia conserva algo de aquella España sagrada que supo fundir
el Candelabro con la Cruz y la Media Luna.
Besé el manto de la
"santina" que portaban unos mozos ya algo veteranos en andas mientras
las mozas aquellas mozas de mi juventud muchachas en flor y a la sazón abuelas,
todavía de buen ver, a las que quise tanto meneaban el esqueleto. La jota ha de
bailarse suelta con los pies y con el culo. Tiene algo de ritual divino como el
grito del ijujíu que desparraman sus danzantes.
▬Viva santa Ana bendita
▬Viva
El grito era un bramido casi de guerra
pero el señor cura no baila porque tiene corona baile, señor cura baile, que
Dios todo lo perdona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario