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sábado, 31 de agosto de 2019

LA ERMITA ROMANICA DE SAN VICENTE Y LA TORRE VISIGODA DE SAN GREGORIO EN FUENTESOTO

Es una de las joyas del románico rural margen oriental del Duero aguas abajo de San Saturio Berlanga y san Esteban de Gormaz para entender el espíritu que late dentro de estos capiteles, fustes, basas, columnas y gloriosa sillería hay que haberse empapado de las páginas del Poema del Mío Cid. Yo lo he hecho a lo largo de más de cincuenta años. Ya ha llovido desde aquel verano del año 66 cuando publiqué mi  primer reportaje en SP que se titulaba  “Ermitas abandonadas en el camino de Sepúlveda a Peñafiel”. Una mañana bajé en compañía del cura Laurentino y del alcalde Constantino a Peña Colgada  (así llamamos al paraje de huertos y acequias) bajando por las pobedas, suiguiendo el curso del Rio Sacramenia que a la entrada de Fuentesoto tiene su hontanar. El bello ábside se había convertido en muladar. Unos iconoclastas habían destruido a hachazos una talla renacentista de Santo Tomás y habían hecho  chisquereta junto a la credencia para guardar las vinajeras.  Las paredes guardaban las señas del humo. El sagrario románico (en el rito mozárabe ancestral no se exponía el santísimo; el sacerdote consumía el sanguis y los fieles la oblea del pan bendito) conservaba las plumas y el ramujo de un nido de urraca pero el ara con reliquias del mártir del glorioso san Vicente estaba intacta. Dos arquillos ciegos a sendos lados de la epístola un lugar para sentarse (sedilia) y el evangelio daban solemnidad al recinto. Los oficios se celebraban de pie, desafiando al viento de Aquilón y los ojos puestos en el Este ─ex oriente lux ─y el pueblo fiel permanecía en pie la hora y media que duraban las misas “antes de los gallos cantar”. El templo orienta a levante y el preste oficiaba a de espaldas al pueblo mirando a Jerusalén. Los capiteles son un primor de frescura y candorosa espontaneidad tosca. Dan la apariencia de haber sido cincelados ayer mismo. Un obispo con báculo y sin mitra bendice con  los dos dedos de la mano diestra enguantada la mano en una ─ quiroteca Dextera Patris ─.
Representa al titular de la iglesia el mártir  Vicente origen en España del culto vicentino muy importante entre los visigodos aunque también pudiera ser san Gregorio el personaje. A la derecha nos miran dos harpías que se abrazan el cuello retorcido. Representan  al ave Isis, que se hacía sangre a sí misma para alimentar a sus polluelos. Los egipcios la veneraban como ánade sagrada. Debía de ser este pájaro mitológico hoy extinto de la familia del pelicano y que siguen venerando los coptos y los egipcios en sus ritos. Desde otro capitel se asoma el ojo de Ra que todo lo mira y todo lo ve en una ruda representación facial combinándose con los caulículos de las ramas de una palmera en representación forestal. La palmera ocupa el centro decorativo y troncal de san Baudelio de Berlanga y el ave del Paraíso se estira en los frescos y capiteles de san Esteban de Gormaz. Un misterioso parentesco enlaza el arte románico de este solemne tiemplo circular que no pudo ser acabado a causa de una de las frecuentes razzias del sarraceno y los conjuntos sorianos. Durante muchos años me ha perseguido la mirada de ese obispo que surge exaltando y bendiciendo entre palmeras y ese cordero pascual o esa oveja descarriada que vulgarmente evidencia el ademán del buen pastor dando la vida por sus ovejas. El románico es una didáctica cincelada para gentes humildes que no sabían leer pero que escuchaban en las misas campesinas la Palabra. He de felicitar, para concluir, a los buenos cristianos de Fuentesoto y a los que no lo son pero que aprecian el arte e intuyen el valor ancestral de estas piedras sagradas. `Por la generosidad y celo con que han reconstruido este hermoso templo. Hace medio siglo lo utilizaban de pajar y hoy es una hermosa y recoleta iglesia románica donde me acerco a orar para dar gracias a Dios por el tiempo fenecido y a rogar por mis difuntos en la memoria de san Vicente bendito patrono del Pueblo de Peñacolgada anejo de Fuentesoto junto con Tejares.
FLAUBERT

Julio ofrenda sus ópimos primores. Las uvas de mi parra están pintonas. Siento el gozo de ser español. Mañana vamos de boda. Creo que Dios recompensa al justo que fue pecador. Leo a Flaubert lo releo en aquel libro de la colección le livre de poche que compré en Paris, ahorrando el presupuesto de un almuerzo porque yo era muy pobre, cerca de la Rue de la Pompe el año 64 cuando los estudiantes íbamos a pedir trabajo. Uno de aquellos estudiantes españoles, a la sazón comunista, es uno de los pocos amigos que me quedan, no diré su nombre, pero andamos en comunión de ideas y consuelos.
Vamos a la contra del sistema pero campamos libres con el contento de haber sido fieles a nuestros principios. Ah Madame Bovary la gran novela que me llena de amor a Francia a la libertad y andar suelto y libre por mis vagabundajes literarios, del que se expresa con arreglo a sus pensamientos y a su conciencia.
Porque Flaubert es un mundo que honra a la cultura de occidente. En los días asesinos y fundamentalistas que corren no creo que el mundo árabe haya sido capaz de producir una maravilla literaria como ésta.
Ellos pondrán tener las jarchas los apólogos de las Mil y una Noches (demasiado fanatismo) y un solo libro mala cosa porque la vida es diversa y “multifaria” muchos lados muchos puntos de vista muchas trayectorias. La Biblia se ciñe a planteamientos parecidos, y el Viejo Testamento se nos presenta como un libro de caballerías o de hazañas bélicas con resabios de pornografía en algunos pasajes. ¿Quiénes son los elegidos?
No pueden ser lo de una sola raza o los de un solo pueblo. Dios (Flaubert no creía en Él como buen librepensador) creó a todos los hombres y mujeres de todas las razas y colores piel y condición.
El autor de “Madame Bovary” opinaba que la única redención está en el Arte. La poesía está por encima de la vida. Más allá. Vivir para narrar.
Este genio francés es la glorificación del escritor que se sienta en su gabinete despliega el catalejo y retrata la condición humana.
Mueve su espejo y ve pasar la vida. El artista se aísla está en el mundo pero no pertenece al mundo. Me imagino a Gustavo Flaubert en su sotabanco mirando para el montante del tragaluz de su chiscón. Desde el ventanuco veía el tránsito del paisaje y el paisanaje.
La fronda de los bosques de las pasiones humanas lo cercaban. Escribía encerrado a la luz de una vela  las noches largas, fumando su pipa y atiborrándose de café en su buhardilla de Paris. Cansado de luchar contra la epilepsia y las mermas de su gordura. En el rostro carilleno le crecieron papos y se le cayeron los párpados.
El amor fue para él tan sólo una experiencia narrativa.  Tampoco creía en la democracia porque la plebe es la fuerza del número y el mundo sólo circula bajo la égida de la elite y esta aristocracia del pensamiento se manifiesta en sus textos elegantes y armónicos.
La prosa tiene que tener según decía altas calidades musicales.
En una buena novela siempre tiene que haber música aunque describa el mal los bajos fondos, el desamor. Prosa de eufonía, la pluma bien cortada y el párrafo elegante, todo lo contraria de lo que se estila hoy. Las Fuerzas Disolventes aconsejan escribir zafio y desmañado.
¿Muerte de la literatura en los Twiter y los Pokemon? No se admiten estridencias cacofónicas. Kafka se alzó contra este sentimiento y creó la antinovela de la metamorfosis del ser humano transformado en cucaracha. Teología del holocausto.
Flaubert sin embargo adoraba la Idea porque únicamente la Idea es eterna. En el mar de las olas de las generaciones que vienen y van en flujos y reflujos que no cesan.
La religión, la política, las guerras son la gangrena que trata de destruir ese súmmum bonum que era para él la literatura libertaria. A la cual se dedicó con el entusiasmo de un verdadero sacerdocio. Murió exhausto de este trajín después de escribir millones de palabras y de emborronar y romper miles de cuartillas a los 58 años.
Gloria de Europa la prez de la dulce Francia cristiana y revolucionaria que atraviesa en este instante por malos instantes. Pero sólo nos salvarán la libertad y la palabra que para Flaubert ateo y descreído eran la voz de Dios. Bienaventurados sean los que como él se ufanan de no creer en Dios.
 viernes, 29 de julio de 2016

IGLESIA DE ARBÁS EN LO ALTO DEL PUERTO DE PAJARES


















MISA DE UNA EN ARBÁS

Se deshiela la nieve en los altos montes de las Ubiñas
Sueño de las Españas
Riscos de la España eterna
Por donde asoma la punta el yelmo
De una Asturias inexpugnable
Cumbres cenicientas de Pajares
Esperanzadas soledades
Y una virgen en lo alto
Del monasterio más alto de España
Se oye la voz espectral de los monjes
Que cantaron las alabanzas
Al Creador del mundo
En estos recintos del arva romano
Que quiere decir sel o campos montañosos
En estos tablares y gollizos
Peñascos gigantes
Donde nace el río Bernesga
Oímos misa
Que ya lo dijo don Rodrigo Díaz de Vivar
Cuando subía estas cuestas
Con su hueste asturiana
Por oír misa y dar cebada no se perdió jornada
Era la hora de los gallos cantar
Y sonreía Doña Ximena la ovetense
A la hora de alzar
Cazaderos regios de León
Cumbres del Rabizo
Un cura humilde y entrañable
Don Primo
Consagra a Dios
Vienen pocos a misa
Pero es igual
Él y yo cantamos la Salve
Entre los dos
Sumamos ciento cuarenta años
Ad Deum qui laetificat juventutem meam
Pero vuelve a saltar nuestro brío de la lejana juventud en el pueblo más alto de León  Busdongo
Recordando las preces de nuestro seminario
Entonad nuestros salmos
Que retumban contra la carrocería
De un tren parado en vía muerta
Querido don Primo
Nombre de mártir romano
Dios te guarde
Nuestra Señora de Arbás
Nos bendice
Y desde el cielo cantan los ángeles
Un historiador el gran don Ramón
Y un arquitecto su hermano Menéndez Pidal que edificó esta nave
Se asoman desde el Paraíso
Arbás es la puerta de entrada
Al Edén asturiano
Cristianos acudid a misa de una
En los alto de Pajares
Conoceréis la dicha
Ella os habla y enaltece vuestras pobres vidas
Consoladora de afligidos
Y refugio de pecadores

Desde el vértice de Pajares
Entrad en esta iglesia que es una catedralina rural

Nuestra Señora de Arbás os sonreirá




















LA NOCHE EN QUE EL DIABLO EN SEGOVIA PERDIÓ UNA APUESTA CON EL AMA DEL CURA





Juan de Pacheco el conde de Villena se paseaba por la alameda-yo lo vi- con su casaca verde, jubón de tiras almidonadas la sobrevesta grana para espantar murciélagos calzas de seda rosa almilla de hilo sobre la almilla encarnada, borceguíes de lamé, espada de plata.

Estampa de lindo don Gil de las Calzas Verdes la cincha de cuero bien ajustada y sus polvos mágicos dentro de la escarcela.

Iba echando humo por los ojos y por la nariz. Fue el primero en fumar cuando aun no se había descubierto el tabaco. Portaba bajo el tabardo hojas disecadas que luego deshilaba y apelmazaba pacientemente con el puño y así liaba sus vegueros de Vuelta Abajo sus, targaninas y sus farias.

Me fumo un cigarro puro y que se hunda el mundo. Doy mi palabra que no vale nada. Las palabras son humo que se lleva el viento. Por decir y prometer que no quede. Las obras son otra cosa: obras son amores y no buenas razones. Danos y danos hasta que no te conozcamos, somos la güestia de Fray Jarro. El vino acompaña pero ahí en eso nos mira la Sana Compaña.

—Echemos un culín

Aficionado a la alquimia, contaban  por Segovia las malas lenguas que resucitó a un muerto en Toledo cuyo cadáver había conservado en formol en su casa de Toledo pero con tan mala suerte que, estando echando al recién resucitado el exorcismo y vertiendo sobre su cabeza el agua de gracia, en ese momento llegaron los mangas verdes. Alto a la Inquisición. Y allí se acabó el invento del quiromántico. El bautismo del resurrecto quedó enmedias res. Alto a la dueña.

―Daos preso

El diablo se esfumó echando humo por las alquitaras y al marqués metieron preso. Los corchetes miraron por qué Villena que tenía pacto con el diablo no se escapara aunque era hombre gentil y de buenas palabras y por ende decían dél en la corte de Segovia: " el Marqués de Villena ni palabra mala ni obra buena".

Tiempo adelante, siguió practicando la magia negra en sus calderos. Con sus adrollas y embustes tenía cautiva la voluntad del Rey Nuestro Señor el Cuarto Enroque. Fue el primer noble en tener tratos con los diablos y concretamente amigo suyo del alma era un diablo cojuelo que era feo y corcovado y que echaba una peste a azufre que tiraba para atrás pero más listo que el hambre lo sabía todo del mundo. La fortaleza de Satanás está en la sabiduría. Es muy viejo y los tratadistas por eso le llaman el cálido y el antiguo. Ha visto mucho al rodar de los siglos.. Sin embargo, el demonio su  punto flaco tambien tiene. Como siempre engaña, se le ve el plumero.

Por lo visto fue el marqués de Villena en consorcio con el Heraldo de las Tinieblas el que construyó el acueducto en una noche. Don Juan de Pacheco se había prendado de una moza muy garrida y salerosa cuyo pesar en la vida era tener que bajar al Eresma, atravesando la ciudad, con su cántaro a la cabeza para ir a llenarle de agua a una fuente que llamaban de san Geroteo muy extramuros sita en un calvero del bosque del campillo. Por verano ese raudal se secaba y la moza tenía que bajar hasta las riberas del Parral donde el De Pacheco se estaba construyendo una casa para sus frailes.

Águeda se llamaba la interfecta y servía como ama de llaves en cá un cura. Llevaba muy a mal tan trabajoso menester y una noche el diablo disfrazado del marqués de Villena salió a su encuentro y le espetó sin más ni más. Yo te llevaré el agua a la rectoral sin que tengas que ir y venir cada tarde al hontanar. Construiré una larga cañería y podrás tener todo el agua que tú quieras a cualquier hora del día. Aún no se había descubierto el grifo.

―Me lo pensaré

―Doyte tres días de plazo

 ―Al amo he de consultar

―A nadie se lo dirás

―¿Por qué?

―Porque ese cura es andaluz y al andaluz haz la cruz y a mí no me gusta ese garabato, ya sabes

―Bueno, bueno ya veremos

Sin embargo, allende horas veinticuatro la moza y Pedro Botero concertaron un contrato.

―Yo te construyo el albellón que nunca vieron los siglos y a cambio tú me entregas el alma. Serás mía.

―Y yo te pongo una condición que la obra esté terminada en una noche.

―Vale. Convenido ―dijo Belcebú

―Si en ese plazo la terminas yo me casaré contigo

El diablo embutido en el cuerpo del Marqués de Villena ya se relamía de gusto ante la prospectiva de gozarla. La chavala ciertamente estaba como un tren o mejor dicho como la carroza de n rey porque a la sazón tampoco se había inventado el tren. Trato hecho. Vengan esos cinco. Cuando amanezca el día de mañana que es viernes tú tendrás llenas tus tinajas y el agua no te faltará para beber, para guisar, para limpias las letrinas. ¿Y para bendecirla? El diablo se puso frenético, porque su mayor horror era el agua bendita, al escuchar aquello y por eso hay tanta suciedad y roña en las calderas de Pedro Botero.

Los inquilinos del Orco no se lavan jamás. O eso no. Nunca mentarás tal palabra. Agua bendita.

Águeda entonces se persignó y a don Juan de Pacheco por poco le da el telele. Sin embargo a trancas y barrancas y tras muchos dimes y diretes llegarían a un consenso pues famosas fueron en la Castila de su tiempo las ardides y habilidades del marqués. Era el valido de Enrique IV un experto en la forja de pactos y de consensos. Bien pudiera haber sido militante de la UCD y sacando a plaza toda la artillería de sus persuasivas convenció a la moza del cántaro y alma de cántaro a que formase el papel en el que ponía convengo por la presente a ser tu mujer etcétera… si tu me construyes y elevas hasta mi morada la casa de mi tío el señor deán una acequia.

El diablo con las prisas y rebosante de lascivia pronto iba a tener a mano una perita en dulce no había leído la letra pequeña y una cláusula que decía que el acueducto tendría que ser levantado en una noche. Selló y lacró el documento con balduque como si fuera un diploma regio o una carta emplomada.

 De acuerdo. Tenemos que darnos mucha priesa. Yo a mi disposición tengo cien mil obreros. Esta misma noche, todos estarán en el tajo. ¿Adonde va vuesa merced ahora? Pues a Arévalo, tengo que ver por allí unos amiguetes que celebran una tenida. Comeremos tostón en un mesón de la villa y después del almuerzo vengo volando. ¿Entendido? No faltaba más. Don Juan de Pacheco, como buen ángel caído, poseía el dote de la bilocación. Podía estar en dos sitios a la vez, trasfigurarse en un instante.

 Arévalo era un centro de conspiración. Allí por las artes mágicas de quiromante, el marqués podía volar por los aires.

habían montado meses antes de este suceso un tingladillo y pusieron encima de un pavés un monigote que era una caricatura del Rey, colocaron en la tarima un monigote  y lo destronaron y nombraron en su lugar como rey de Castilla a su hermano Alfonso XII.

Aquella pantomima conocida en la historia como la Farsa del pelele de Arévalo dio lugar a una terrible y sangrienta guerra civil que terminaría con la abdicación de don Enrique y la cesión del trono a su hermana doña Isabel. No hay mal que por bien no venga.

Águeda, estando en estas zozobras, cuando Satanás se fue a hacer sus cosas, quedó un poco aturdida y arrepentida. De vuelta a casa encendió una vela a la Virgen de la Fuencisla. Madre de los cielos que libraste a María del Salto de los infames sacame a mí de este apuro Madre Bendita.

Y sucedió que don Juan frotándose las manos, después de su aquelarre en la capital de las Morañas, regresó volando a Segovia en el atardecer y allí estaban establecidas as cuadrillas, los picapedreros, los boyeros que transportaban los sillares desde las canteras de Valdevilla, los barreneros, los del buril y del cincel, los carpinteros fumistas. Toda la tropa del infierno se puso manos a la obra.

La impresionante estructura con sus mas de ciento sesenta ojos que serían luego una de las maravillas del mundo iba a ser edificada en una sola noche por arte de magia y las tercerías o malas artes de don Juan Pacheco testaferro de Belcebú pero tambien Belcebú con las prisas puede meter. No se había visto tanto trajín. Nadie oyó hablar de tanta pericia en el manejo de la llana el cartabón de la plomada. Los últimos parroquianos de las tabernas de Segovia que con un jaro entre los labios y una baraja entre las manos se asomaban a la puerta de las tabernas e iluminaban con un candil aquella escena. Eran testigos de la gran azofra. ¿Irían a abrir una brecha en la montaña? Bo, dijo un mesonero que se llamaba Cándido y miraba la obreriza parapetado detrás del mostrador de su figón viendo caer monedas al cajón: maravedíes y doblones que les derramaban los soldados en sus consumiciones.  Segovia fue desde los romanos plaza de asiento de las legiones lo que le da un aire mitad militar y mitad castrense. Nos va a hacer un puente un puente que no necesita río― sólo una acequia que va por arriba― pero será una cosa grande. Así habló el mesonero famoso por el cochinillo que preparaba ak horno. Nunca se había visto tanto trajín Previamente con un berbiquí taladraban los lingotes que quedaban acoplados al salmer y al contra salmer mediante taladros de plomo. La cimbra del arco de medio punto era perfecta. Esto es el no va más. Obra de romanos. El diablo se había propuesto devolver a los segovianos una replica exacta de la fabrica que mandó edificar Augusto.

Subían y bajaban las piedras elevadas por poleas y otros ingenios buscando el garfio que los juntaba a una velocidad de vértigo. Águeda que espiaba la construcción de rodillas mientras rezaba a la Virgen de la Fuencisla orando ardientemente para que se le perdonase su pecado. Ay, madre, buena, la hemos hecho. Prefería ser la coima del deán a la mujer del diablo y virgencita, virgencita, que me quede como estoy, prometió en aquella febril noche de los encantamientos ir descalza a Compostela a arrodillarse ante la tumba del Apóstol, juró hacer mil limosnas, llevar cilicio un mes, pidió que la emplumaron por haber caído en aquella irrisoria tentación, y a medida que avanzaba la madrugada daba ya la apuesta por perdida. El diablo trabajaba a destajo con una febrilidad que Segovia parecía la noche en que los americanos eligieron a Trump. Nadie se lo creía. Imposible que la hueste diabólica saliera derrotada. Todo te lo daré si ante mí te prosternas y me das alabanzas. Recordaba la frase de Cristo apártate de mí Satanás, vade retro. Sólo a tu Señor adorarás. Ella no había tenido la suficiente presencia de ánimo ante la llegada del diablo que incluso lo llevó en volandas al pináculo del templo y desde aquella atalaya le hizo contemplar todos los reinos y las naciones, el devenir del progreso, el avance técnico y todos los inventos que muchos atribuyen al acumen y la magia del Ángel Caído. Cristo fue tentado y venció. No así el ama del cura. La carne es flaca.

Mientras tanto se desarrolló una actividad frenética de golpes y voces que alarmaron al vecindario. Las mujeres salían a la calle en camisón y se preguntaban unas a otras qué pasa qué ocurre. ¿Se acaba el mundo?

―Qué, bah. Estamos trabajando. Nosotros somos unos "mandaos".

Desde los tiempos del moro Almanzor que destruyó el acueducto romano y de él no quedo piedra sobre piedra no se vio cosa igual. ―Deben de ser los del ayuntamiento que como es verano están en obras y quieren poner la ciudad patas arriba- explicaba a su vecina una dueña descreída.

Todo la noche se escuchó el lamento de la lechuza, se sentía volar aves hacia no sé donde y los ruidos de las carrerillas y los reniegos de los obreros llegaban mezclados con un olor a azufre. Los entendidos en exorcismos comentaban que era evidente que por allí andaba el Pateta que volvía a tentar a Nuestro Señor Jesucristo... todo te lo daré si te prosternas ante mí y me adoras.

Las legiones infernales habían subido a Segovia y se habían puesto manos a la obra. Iban los areneros arrimando material. Los esportilleros porteaban yeso en sus artolas. Los boyeros vascos llegaban de los montes arrastrando piedras.

En lo alto del andamio estaban los encofradores del barrio de San Lorenzo muy duchos en albañilerías todos ellos moriscos y que para mayor honra de Alá desobedecían a los maestros de obra y revocaban las fachadas sin colocar jamás la figura humana o animal porque dice el Coran que eso es idolatría y esgrafiaban los muros con gran pericia y paciencia experta poniendo unas simetrías que simulaban los brotes de pámpanos y arrequives floridos, de una geometría esotérica y al revés. Para hacer más llevaderos los trabajos canturreaban lilaila y aires de su tierra que los cristianos no entendían. Eran jarchas. Pero allí osaban los areneros de Tejadilla con sus carromatos, los panaderos de Encinillas con sus bodigos para que comiera el personal. Don Juan había mandado traer tallistas orensanos, rudos mozallones trabados de hombros como bargueños y altos como castillos con la cabeza grande y las narices romas.

Ellos hablaban en su fala añorante. Uno le preguntó a otro que cual fue la causa por la cual fue condenado al fuego eterno.

-Eu carayu. ¿E tú?

Un gallego no cambia su estructura mental e incluso en el infierno; es capaz de responder a una pregunta con otra pregunta. Y el que quiera saber más que vaya a Salamanca. Los dos personajes permanecían subidos a una escalera. Nadie podría saber-así eran de prudentes- quien de los dos subía y quién bajaba. Pero los dos machacaban el canto con suma destreza. Uno de aquellos orensanos debía de ser pariente de Mariano Rajoy con su filosofía de que "el que aguanta gana".

Una meiga se acercó entonces al grupo de los gallegos y les entregó una orza que más bien era un cántaro llena de ribeiro. Tras algunas libaciones los galeotes de la galaico cornisa empezaron a parlar a puñados y se mostraron dicharacheros y amables los que antes anduvieron reservones. No hay nada como una buena jarra del de Rivadavia y una empanada de hojaldre para hacer decir a un gallego lo que piensa. Ah la mia mai, so fillodo demo... El gallego preguntado subió al patíbulo condenado a muerte por un juez eclesiástico. Había matado al obispo de Compostela por haberle encontrado encamado con su mujer. El preguntante había sido cuatrero pues procedía de la zona donde se celebra la rapa las bestas. Lo pescaron en una feria de Medina con una partida de cien acémilas robadas. Fue sometido a tormento de amputación de las dos manos por amigo de lo ajeno. Con tal de tomar un poco el aire y respirar los vientos de Segovia que le recordaban los airiños verdes de a sua terra no les importó tomar parte en aquella magna obreriza aunque el Marqués de Villena les estaba haciendo trabajar como burros. Eso de construir el acueducto en una sola noche, tela marinera. ―Largo me lo fiáis. Eu carallo.

Las cuadrillas de vizcaínos también eran muy interesante y aunque no armaban tanta bulla como los de las Rías Bajas, pues es su costumbre hablar bajo y cantar alto se distinguí por el esmero que ponían con sus yuntas de bueyes en el acarreo de las moles de granito. Cruzaban apuestas sobre cuál era la mejor yunta de bueyes y a ver quien llega antes. Hablaban entre ellos su gacería sin que les entendiese nadie. Venida la alborada, estuvieron ya casi todas las arcadas dispuestas. Y sólo faltaba un arco cuando el sol empezó a lucir por las quebradas de la cordillera. El diablo perdió el pleito y la dama del cura se puso tan contenta que decidió como agradecimiento abandonar el mundo y profesar en  Santa Rita. Llegaría a ser tutora de la Reina Isabel de Castilla y fue nombrada abadesa. Todos en Segovia contaban como una hermosa leyenda la historia de aquel milagro y cuando oían hablar del Marqués de Villena escupían para arriba. Ah el Marqués de Villena ni palabra mala ni obra buena.

LA ORDEN JERONIMA MONASTERIO DEL PARRAL SEGOVIA










EL PARRAL BALUARTE DE LA ORDEN JERÓNIMA



Llego con la pilas a tope de un lugar en Córdoba que dicen Valparaíso, un monasterio, fundado peñas arriba del palacio de Medina Azahara por jerónimos de Segovia. Me han venido a la memoria recuerdos cuando vagábamos hace muchos años riberas del Eresma Paseo de los Melancólicos, uno de los emplazamientos más románticos de nuestra ciudad cabe los muros del Parral, el convento que instituyera don Juan de Pacheco marqués de Villena que allí está enterrado junto a su mujer doña María de Portocarrero. Íbamos los curillas de entonces a visitar al único monje que quedaba el que reinstauró la comunidad en 1928. Bajábamos a admirar los túmulos de buena labra que presidían las estatuas de las tumbas yacentes.

Por Semana Sanita el altar mayor aparecía cubierto con un inmenso mural en el que se representaba el calvario y la pasión de Cristo con Segovia al fondo. ¿También los segovianos fuimos los esbirros del Salvador?

 Algunos decían que el alma en pena del marqués de Villena se paseaba por los ánditos de las capillas mientras los monjes cantaban gregoriano. El Parral y Fuencisla fueron escenario de antiguas leyendas.

La laura está sin acabar—se le terminó al valido de Enrique IV el presupuesto— pero su airoso campanario en la vaguada con los adornos calados de la crestería otorgan un perfil inconfundible al panorama de la ciudad.

El marqués de Villena (ni palabra mala ni obra) de quien se decía ha sufrido los zarpazos del escarnio de la infamia y la contumelia al igual que el rey Enrique IV.

Fuera o no alquimista y nigromante y que tuviera al monarca hechizado — hoy diríamos que lo tenía sorbido el seso— el hecho es que don Juan de Pacheco contribuyó a que la corte del último Trastámara en Segovia fuera un emporio de cultura que maravillara a los extranjeros que la visitaran, un lugar de tolerancia y de progreso.

En este mismo orden de cosas el “quincento” español constituye el triunfo de la iglesia católica como religión de Estado con preeminencia sobre las otras dos religiones monoteístas.

A esa victoria contribuyeron los conventuales de la OSH, orden que fue aprobada mediante una bula paradójicamente del papa reinante en Aviñón, Benedicto XIII el valenciano Papa Luna sobre cuya figuran los barrotes y cerrojos del calabozo y el destierro de la infamia.

Sin embargo, el Papa Borja fue un eclesiástico piadoso que pretendía una reforma de la iglesia desde arriba. Y las constituciones jerónimas guardan ese sello anarquista, independiente y creador que caracteriza a los españoles los cuales cuando se meten a frailes gustan también de ir a su aire.

La orden jerónima inspira sus constituciones en aquel penitente romano de origen dálmata que propone el desierto la abstinencia y la huida del mundanal ruido para estudiar las Escrituras como método de santificación. El triunfo está en la huida y esa renuncia al mundo y sus vanidades nos ponen en camino de la Jerusalén celeste.

Adopta también algunos principios de la Regla de San Benito “ora et labora” (trabajo manual y súplica incesante) pero añade otro estímulo maravilloso. “Festina lenta” (sin prisa pero sin pausa, hay que ir poco a poco).

Dentro de este aforismo subyace la tradicional parsimonia del monje jerónimo morador del silencio y de la calma, habito blanco y escapulario pardo, en los labios una sonrisa, cinto de cuero negro porque para subir la montaña hay que atarse los machos —sint lumbini vestir praecinti— el cerquillo y el colodro bien rapado como expresión de su renuncia a lo mundano.

Ahora a lo que parece se han puesto de moda entre los jóvenes las afeitadas pelambreras jerónimas a lo motilón.

Otro aspecto destacable era su amor a la liturgia y la recitación de las horas cantadas el día y la noche. Felipe II tan es así que nunca faltaba a los rezos en San Lorenzo y si, por casualidad, alguno de los chantres se equivocaba o se comía un versículo —cuenta la tradición—, mandaba repetir todo el salterio.

Fueron los jerónimos los monjes de los Reyes Católicos (fray Hernando de Talavera el piadoso confesor de Isabel) los que construyeron el Escorial, los que en Yuste rodearon al emperador en su lecho de muerte. Los primeros que fueron enviados a las Indias con Colón, luego los encomenderos los sustituyeron por franciscanos y dominicos.

El monasterio del Parral se constituyó poco después del de Lupiana Guadalajara epicentro de la Orden y Alma Mater, al cabo de su aprobación por el Papa Luna y cobra auge durante los reinados de Juan II y de Enrique IV llegando a ser una institución tan poderosa, merced a las encomiendas y donativos, que se decía que una ardilla podía atravesar la península ibérica e ir de Valencia a Lisboa saltando de un árbol a otro sin salirse de las propiedades de la OSH.

Al igual que los fundos cistercienses estos conventos de clausura son establecidos en lugares apartados a la vera de los ríos y cerca de los montes donde sonríe la naturaleza y están todos ellos dedicados a la Virgen.

Así: santa María del Parral, Nuestra Señora de los Ángeles en Javea, santa María de Lupiana etc.

Actualmente, los jerónimos adolecen de las mismas carencias que afligen a la iglesia latina; la principal: falta de vocaciones por lo que algunos de sus monasterios tuvieron que cerrar o agruparse. Ese parece el designio de los tiempos.

Sin embargo la impase parece coyuntural no estructural y hasta me aventuro a formular una profecía: en un futuro no lejano los claustros volverán a colmarse de novicios y que Dios me oiga. En el monacato está la vida perfecta. Nosce te ipsum

DANGEROUS AUGUST 
RED FLAG... IN THE BEACH

August could be the cruellest month of the year, being the crudest April, according to T. S. Elliot. However, there is not more pleasant time in this part of the world than the month dedicated by the Romans to the Sun [Solis invictus] and we belong to an heliocentric culture. Time to ripe and to reap. On apple and peach trees mature; nuts are ready for harvest. The heat of the summer has reached its algid point. Grass is less green and cuts better, light is declining and there are shorter days. Views of the meadows behind our bungallow extended a luxurious Asturian green. Apples are not doing bad this season, considering the heavy heil we had by the end of May, and also peaches but plums gave nothing.
The feast of the Assumption, in the West, or the Celestial Sleep to Heavens (Durmition, Yspeñie) precedes Saint Austins Day. Nature always rules and goes uncomittal of our worries and grudges Usually, over here, middle of the Cantabric Ocean, we have the big tides, called by the sailing people the Swells of San Agustín.
Spanish cities empty themselves, every body going to the sea side, not so many, though, this 2008, wirh the crisis, the crumbling of the industry of the birck, the dole cue getting bigger and bigger and half of the subsaharian youth arriving at Canaries, uninvited.
In spite of that, Madrid closes for holidays amd there is an air of uncorcerned broadmindness. July and June could be tough but in August, relax. Forget the adrenaline. The beach of San Pedro is also beautiful in this radiant Thursday with blowing northeastern wind. The high cliffs covered with blushes and its vegetation of thicket seem, seem to precipitate over the yellow sands, their rocks ready to feel the caress of the waves. This apparent neutrality of the landscape (it was just the same over the years and over the centuries) and the amiable atmosphere contrast with the inner current under the surface. Hay mar de fondo. No swimming allow. Red flag on the beach.
Laying on the sand I try to read a paper. The headline depict a panorama of wars and quarrels contrasting with the atmosphere of pleasantness confronting me. Bush has don it again. Here we are in a situation that is much the like that the crisis of Yugoslavia 15 years ago and gave leeway to the independence of Kosovo and a complicated situation where genocides were rampant.
Of course, at this juncture, there is a double standard. You are a bunch of warmonger. Why do you snatch our tranquility? Nato went in, reportedly to defend the alienated rights of the minorities of Kosovares Muslim, against the Serbs Christians of Eastern Orthodox confession. nobody talked of the crimes and atrocities perpetrated by the Albanians. Paradoxically, being Saracens, the goodies of this Western to the Germans, to the French, to the Italians, to the British.
Now Russia has acted in the legitimate defense of the lives, households and possessions of the Osetians of Russian extraction who had been attacked by the Georgian and their towns and villages bombed by planes of Georgian flag. A whole undercover operation pursued by the Yanks. They have used as a Quisling by their own standards and to service their strategic interests the Georgian president, a certain Zakackersvilli. The resemblance of this individual with Stalin’s surname, who was by the way a Georgian, born and bred in the town of Gori, also the resemblance is by his insolence and cunning. This guy acts as the perfect Mafioso, entering the gang of the big gangsters: Bush and his cronies ( Zarkossy, le petit juif, Angela Merkel the German Chancellor who talks with frenillo, since her vowels come as muzzled up, and Dona Gondolezza-esa) has done it again. Tiflis hits Osetia and Moscow replies back repelling the aggression. then Tiflis calls Uncle Sam and Uncle Sam threats. These are tactics used by the big cons of Mafia.
Russia alleged that its intervention took place on the frame of guarantee human rights pf a minority abused by the thugs of Zackervilli. The Westerners refused such explanation. that is what they called double talk, double standards. And not only that the Pentagon, adding wound to the injury, uses another trump card to tighten the strategic circle against Moscow setting up in Poland a dozen of war head nuclear launchers. Warsaw, after Wojtyla, with his indecent form of nationalistic Catholicism is another Quisling the American hold neigh to the Russian Border. Praise the Lord and pass the ammunition. back to square one. We are again hearing the language of Cold War.
That s why we say August is a beautiful month but dangerous. In August we remember Sarajevo. The II W.W exploded in its last day in 1939. And in the 6rh and 8th the nuclear attacks against two innocent cities like Hiroshima and Nagasaki. The Yanks are specialists in terror bur they are clever enough to blame the others for the genocides they commit. George Bush, bullying the Russians, acts dangerous. he is not a very good fellow. at this rate his name shall be written below those of Nero, Caligula, Herodes, Nabucadonosur and other hideous tyrants. And that is how his name will go down in history. And the worst: he justifies his atrocities to be done on the name of Democracy.
Today many people who were swimming enjoying the mild waves and the freshness of northern midsummer were in an attitude of getting away from all that. A man was reading a Sport daily. His beautiful and young wife and his daughter adolescent shared his lie down on the arena. No Politics please we are Spaniards. The papers and the newsreels are quite alarmist. A hot Autumn ahead. There is not a sensation of panic but a feeling of surrender. I felt among this platitude the odd man out. Perhaps because I think too much and there is no room for ideals this day and age. But in the Caucasus there’s is a war and that war could mean that trouble is looming. That region keeps certain notion of apocalypses. It reminds us of Noe´s Ark who landed by Mount Ararat. And it was the center from which irradiated Christianity. There is also a petrol pipe line. To cut it shall signify to strangle the prosperous Russian economy. Moscow has reacted with exigency and quick. Georgia is not Kosovo. For the moment Russia won the battle in the battlefield. His diplomatic maneuvers led also president Mevdeved to a moral victory but if I were him I should not trust the Americans. Bush is clumsy, and tricky and also a warmonger. A real threat to peace in the world. That red flag in the beach sent alarm signals of preoccupation. We live a life of hidden violence that you don’t see. But there are very destructive currents coming from underneath. It was a wise advice today. No swimming. You can be drowned by the tow of the surf. The world is in a quagmire. Even the Pope Benedicts published a biased declaration against the Russian siding up with Merkle and Bush. He did not condemned but condoned the previous aggression by Georgians to the Russian Osetians. What can you expect, though? The Pope is a German.

viernes, 30 de agosto de 2019

A ALCALÁ, PUTAS, QUE VIENE SAN LUCAS
 
Antonio Parra
Pues como íbamos diciendo, señores míos, a Alcalá, putas, que viene san Lucas. Y no se encuentra en qué acepción o correlación tengan ambos valores: un evangelista y las buenas y sufridas mujeres que aplacan los furores del mundo con sus caridades de alquiler. Sin su concurso perecerían las repúblicas y las monarquías coronadas y hasta las dictaduras. Tendréis que hacer la vista gorda y ser un poco más tolerantes que se os pone cara de inquisidores. Hay siempre ojos que vigilan al otro lado del muro que ven sin ser vistos, escudriñan, indagan, valoran, resuellan, cortan trajes y pegan tijeretazos pavorosos de indignación con sus palabras, almas podridas, sepulcros blanqueados, se indignan y se hacen cámaras y luego echan toda la mierda en el ventilador pues en verdad os digo que Alcalá putas que viene San Lucas y el que quiera saber que marche a Salamanca aunque la verdad sea dicha nunca me entusiasmó Salamanca vivero de muchos prejuicios carcas. Mi ánimo es alcalaíno, tolerante y liberal.
 El alma mater instituida por Cisneros graduó en artes a los dos príncipes de nuestros ingenios. A Cervantes y a Quevedo. Y ahora que lo pienso me pongo a temblar del pavor ante la cólera de las feministas que tan poco femeninas y tan sesudas como inquisidor quieren borrar de los diccionarios esa infame y a la vez querida palabreja. Mas, cata ahí que podrán liquidar con la palabra. Nunca acabar con el oficio. Y que me perdonen esas buenas mujeres a las que amé tanto.
Uno ha aprendido tanto en los libros cómo escudriñando el mundo del barro caído de las daifas. ¡Pobres! No acantearlas, villanos, ni siquiera a las cantoneras de la Casa Campo pero traviesos estudiantes han venido y estamos todos al cabo de la calle. Tan lenguaraces y tan poco comedidos en sus bufonadas y chascarrillos siempre a verlas venir a pupilo en casas del hambre y aventajados discípulos del Domine Cabra que mantista me era yo pues mi colegio era sucursal de Alcalá y nuestro colegio o reformatorio de la piedad y cantera de vocaciones sacerdotales- había que ser santo no quedaba otro remedio aunque muy pecador soy Señor que el espíritu está pronto y la carne es flaca, ay pecadillos nuestros, le doy limpiaparabrisas de la memoria y se me empaña el cristal no sé si de remordimiento o de llanto pero no nos pongamos sentimentales- fue fundado por Diego Laínez aquel jesuita que sostenía que a Dios rogando y con el mazo dando y un ojo en el cielo y otro en el suelo.


Iba a ser mantista (por atuendo la pañosa parda y la beca roja y el bonete de tres picos que había que quitarse siempre este gorro picudo que tanto nos entusiasmaba al pasar por la puerta de una iglesia o ante una imagen de la Virgen María o cuando nos encobrábamos con un cura arropado en su capa y guardando bien el colodro de los vientos mortíferos de aquella ciudad con una teja de cachemir) y caminar por las veredas de la Escolástica. Tú vales mucho chaval. Tú tienes madera de santo. Lo mismo que llegas a cardenal. Ya veremos. Primero hacerme lo que se dice un hombre, pero antes hay que pasar por la tonsura y ascendiendo al ostiariado al subdiaconado  para posteriormente ingresar las galas del diaconado. Todo era como muy jerárquico y no se podían pegar brincos en el escalafón. Después presbítero y con un poco de suerte hala obispo. Largo nos lo fiáis. Vocación y entusiasmo no nos faltaban pero los ventalles de una calle estrecha y larga a la umbría en Pontefractum subsidiaria de Complutum ya digo eran mortíferos. Se te paraban los pulsos o se congelaban las esperanzas y si levantabas el gallo eras un díscolo o te ponían el matasellos de rebelde. Aquel tiempo me enseñó a conocer a la SRI y amarla en sus grandezas y sus miserias. En la pureza de vida de algunos de sus ministros y las corrupciones de otros. Los peores los más taimados los que parecían más místicos.
 Algunos de los gramáticos cogían catarro y otros pulmonía y a otros teníamos que cantarlos el “entierrillo” pues se morían. Los inviernos de por aquel entonces eran lo que se dice inviernos.¡Caía cada peladilla! ¡Y qué carámbanos en los aleros, madre mía! No teníamos agua corriente y muchas mañanas al levantarnos al toque de campana habíamos de romper el hielo de la palangana con la contera del zapato o la navajilla que todos usábamos para cortar el pan para lavarnos como los gatos. Más de quinientos tíos oye y escaseando el aseo debía de oler a montuno que tú no veas. El aire te cantaba al entrar los primeros días pero luego te ibas acostumbrando. Además desnudarse enfrente del compañero era una falta contra la modestia. Como en todos los sitios cerrados y aislados del mundo la mariconería a la que llamábamos amistades particulares eran también una peste mortífera (Ahora las cosas cambiaron gracias a Dios aunque el celibato sacerdotal siga siendo a nuestro juicio una asignatura en la iglesia latina).
  Y luego había que confesarse si por casualidad habías visto al gramático Anastasio o al retórico Perico en calzoncillos ya estábamos con la canción guerrera de los escrúpulos. Pues todas aquellas escabrosidades pertenecían al capítulo de la concupiscencia de la carne. A veces el director de novicios intrigado preguntaba de qué color eran.
- Pues blancos, padre Muñana, blancos. ¡Como van a ser sino! Blancos y largos hasta la pantorrilla vulgarmente denominados marianos. Por el envés con palominos
 Gastábamos marianos anda que si hubiéramos usado los slips o taparrabos de ahora. El padre espiritual nos hubiese marcado doble penitencia.
-Hay que tener guarda de la vista, hijo mío.
-Si, padre.
-Pídeselo a la Virgen.
-sí, padre.


Pero a todo esto y cuando impartía tan saludables recomendaciones hacía el padre Muñana unas aproximaciones que no eran tan santas. Te apretaba las mejillas y se acercaba carrillo con carrillo a ti que tú no veas. Parecía que estábamos bailando un tango o un fox en lugar de arrollidarnos ante el tribunal de la penitencia. Entonces inocentes de nosotros pipiolos no lo sabíamos pero eso hoy tiene un nombre. A mí aquellos apretones me alarmaron y desde aquélla sigo teniendo ciertas reservas con ese tipo de confesión auricular o exmolegesis y creo que con esta postura no cometo aberraciones contra el dogma. Pienso que todo lo que es morboso es pecaminoso y no puede ser de Cristo
  Por otra parte la aglomeración o los miasmas del aire la higiene era harto deficitaria. Cuando la gripe del 56 cascaron unos cuantos seminaristas. Era por el mes de octubre que me acuerdo como si fuera ayer y enterramos a siete en quince días del Menor y a cuatro del Mayor. Mi padre que estaba de maniobras vino a verme y tuvo una agarrada con el rector y quería sacarme de allí casi a patadas. Pero hombre de Dios, don Julián ¿cómo tienen ustedes a estos hijos de tan mala manera hacinados? Pero mi madre no le dejó porque su gran sueño en el mundo era tener un ungido  sacerdotal. Toda su vida de dios estuvo preparando mi madre mi cante misa
 Se declaró  cuarentena y allá abajo estaba en el patio mi progenitor una tarde de otoño con las estrellas de teniente recién estrenadas pues acababa de ascender llamándome por mi nombre.
-Antoñito... Antoñito
yo en pijama me asomé por la ventana y ante las voces cuarteleras de mi padre se preparó un pequeño cachondeo en el dormitorio corrido que era la enfermería. Mi padre tenía una voz potente de sargento mayor. Aparecí por la ventana de la enfermería que daba al callejón en la trasmuralla casi frente por frente de la Casa del gobernador civil, a la sazón, el murciano Pascual Marín Pérez. Me daba un poco de vergoña pues tenía casi 38 de fiebre y una tos perruna que no se me quitaba ni para la de dios. Le acompañaba un machacante que llevaba en la mano un talego blanco. A través de la reja me lo entregó. Era el añorado matute. Venían unos choricillos de Cantimpalos una hogaza de pan del pueblo y dos botellas con agua de limón.
-Ten para que hagas gárgaras.
-Sí, papá.
Repartí el yantar entre mis camaradas y no sé si del susto de ver a mi padre artillero que me llamaba desde la calle cuando estábamos rezando la sabatina o del gusto de los chorizos y de las lonchas de jamón se me pasó la fiebre y me dieron de alta. Siempre me acordaré de aquella experiencia en que estuvieron a punto de cantarme el gorigori porque la temperatura me subió a cuarenta y algo y yo creo que vi el túnel ese de calma que aseguran haber contemplado los que estuvieron a punto de tramontar la frontera  entre la vida y la muerte, y flotar, empecé a flotar. Me veía flotar como si el alma se me saliese del cuerpo y se encaramarse al techo y colgada del globo de la lámpara circular contemplase a mi propio cuerpo yacente.


Tienes madera de santo nos decían. ¿Madera de perdedor? Nunca pondré la mano en el fuego pero aquella enseñanza fue tan penetrante y eficaz que lo que aprendí aquellos nunca se apartará de mí. El amor a la letra muerta. El entusiasmo con la grandeza y la belleza de la Iglesia. La liturgia. El paso del tiempo. La armonía de las estaciones del año o el movimiento cíclico del calendario, la carrera de los días que remeda a la de los astros. El amor a la vida. El complejo de culpa combinado con un cierto optimista a sabiendas que Dios perdona. Los terrores del infierno y una cierta prevención hacia la mujer. Cárcel de amor fueron aquellos años. A pesar de todo si volviese a nacer yo volvería a mi pupitre de aquel estudio  de ventanales con vistas a la sierra donde la Dama Nevada era un testimonio estimulante a viajar a otros mundos -¿qué habría detrás de aquellas crestas de nieve? El mundo ¿Y qué era el mundo? Nos hicieron soñadores. Utopistas. Yo tenía una visión del mundo curiosa y pecaminosa pero había que ganar almas para Dios, ser apóstol etc., cabalgando en la escoba de la imaginación. La loca de la casa. Ya estamos. Yo era entonces y lo sigo siendo un fantasioso. Mi peregrinación por la tristeza y por la dicha. Amor profano y amor ideal. A Alcalá putas que viene san Lucas. O Petrarca y el Dante siempre buscando a su Beatriz o a su Laura. Hégiras místicas escalando las cimas de la santidad y bajads al valle o la sima de las tgabernas y guaridas de la Trotaconventos Antes morir que pecar. Más adelante iría al Toboso creyendo que allí encontraría a Dulcinea. Era solo Maritornes pero a mí Maritornes me hace mejor servicio que todas esas beldades que al fin serán también pasto de gusanos pero siempre con tales flaquezas fue tolerante como buen español que siente en lo más profundo la huella del catolicismo y mi olla mi misa y mi María Luisa; por eso siempre anduve a trompazos con las mentes de vía estrecha, los garbanceros, las inteligencias de mosquito, los rencorosos, los difamadores o los que no tuvieron la suerte de encontrar esa fe de principios que me inculcaron desde niño.
 De la taberna al tabernáculo hay solo un paso y las casuchas de mala muerte se recuestan contra los muros altivos y solemnes de la catedral. Así que estos días he vuelto con tristeza a las aulas de lo que fuera mi alma mater. La casa está vacía pero la imponente fachada herreriana sigue ahí con sus impresionantes acroteras que abarcan la esfera armilar en redondeles del mundo y la cúpula en forma de alcuza. “Aceitera” llamábamos los estudiantes a aquella torre y paseado por los tránsitos filosofales donde estaba el edículo de la Señora a la que amé tanto, patio de un solemne renacentismo y lo que se dice una casa jesuitina pero han esquilmado la biblioteca, han quitado la campana cuyos golpes marcaron los pasos de nuestra vida colegial. Campanas de la torre alcuza que ya no retiñen. Las han vendido seguramente para fundirlas en balas o a lo mejor para fabricar teléfonos móviles. Ya por entonces empezaron a llegar las bandas rfapaces y meoredeadoras de los anticuarios. Se dedicaban al trato de obras de arte. Castilla se quedó sin las tallas de los santos de sus retablos y desnudo de sus piedras. Las ménsulas y las florituras en arenisca de sus capiteles historiados todos se los llevaron hombre por dios ¡Qué expolio! Fue mucho más temible la modernidad que la francesada y el propio judeomasón Mendizábal y su política de exclaustración monástica y desamortización de iglesias y conventos no acabó con tanto. Rapiñas y esquilmos. Todos a por el oro de la Iglesia. Las vírgenes negras amamantadoras de preces y sueños adornando los tálamos de los poderosos.
 Tutora del reglamento aquel bronce nos mantenía derechos como una vela haciendo divisiones de los espacios del día. A cada actividad una cuadricula y parece que todo te lo daban hecho. A las seis y media tocaban diana. Y ahora a misa y luego estudio después bajada al refectorio más tarde quiete o recreación paseo clase estudio preces reserva del Santísimo el “sub tuum presidium” con el que nos acogíamos al manto de la Virgen meditatio mortis y a la piltra. Vida cuartelera.


 No teníamos tiempo ni para pensar en nosotros mismos. Por eso entre nosotros se desconocía la depresión. Si dejabas la cama sin hacer o ponías el bonete de medio lado o la beca torcida- cuantas veces me acordé de aquella beca roja de mantista estola y escala de sabiduría- te caía un réspice o rapapolvos del presidente. El señor presidente, otro seminarista de los cursos superiores, era una especie de comisario que nos tenía a todos derechos como vela y nos hacía a todos guardar la linea. He vuelto al lugar y me he dicho. Aquí está mi hontanar. Aquí todo empezó. El alma mater en que me empedraron con sorites y silogismos. Aprendía a escanciar a Horacio y a traducir a Cicerón. Me hicieron un rebelde y un humanista. Aquella idea del mundo cabal total y congruente lógica como lógico es el catolicismo no se borrará de mi mente

 La verdad es que la vida no es como me contaron aquellos buenos padres educadores. No guarda un rigor lógico. El bien y el mal no están trazados  as cordel ni vienen marcados por una divisoria de la misma manera que los conventos y las catedrales suelen estar al lado de las mancebías. Todo es un magma común. Un totum revolutum y la vida no tiene argumento como tratan de explicarnos las malas novelas. No hay consecuencia temporum ni concatenación de acontecimiento. Es una cadena sin eslabón. Pero no me quejo. En aquella casa encumbrada en el cerro más alto de la ciudad fui feliz lo que me permite sonreír con benevolencia cuando alguien cuenta un chascarrillo. Bah chiquilladas. Nada tiene importancia y a Alcalá putas que llega san Lucas. En la ciudad complutense por lo que trasciende de lo que Quevedo escribió debía de ser memorable la feria del santo. Que hasta los más sesudos catedráticos se iban de picos pardos. Aliquando dormitat Homerus y no viene mal una canita al aire..

jueves, 29 de agosto de 2019

VALAAM MONASTERIO VIVEN ALLÍ DOS CENTENARES DE MONJES RUSOS




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Valaam Monastery tonsures 15 monks during Great Lent

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The historic Valaam Monastery in Russia’s northeast has celebrated the rite of monastic tonsure three times so far this Great Lent, in the first and fifth weeks, thus adding 15 men to the monastery’s ranks. The men, previously living at the monastery as novices, have entered the riassaphore stage of monasticism, reports Valaam Monastery.
The tonsure as a riassaphore monk is the last step before the full monastic tonsure. At this stage, the monks do not yet take vows of poverty, chastity, and obedience. Monks are received gradually into the angelic way of life, so as to avoid hasty and rash decisions.
At the beginning of the rite, His Grace Bishop Pankraty of Troitsk, the abbot of Valaam Monastery, calls the novices by their usual names, announcing their new names for the first time upon completion of the tonsuring.
The first six monks arrived in 1989 to restore the hugely influential Valaam Monastery. There are now well over 100 monks laboring in asceticism there.
Source: Orthochristian.com (са енглеског Информативна служба СПЦ)










La isla de Valaam en Carelia, ubicada en el lago Ladoga, no es solo un lugar hermoso. Hay un increíble monasterio de Valaam. Tal es su atmósfera dura y fértil que la isla misma se ha convertido en un lugar de curación de enfermedades.
Sigue leyendo: el acertijo hirviendo de Ladoga
En el norte de Karelia se encuentra la misteriosa isla de Trinity. Según la leyenda, hay un silencio absoluto. No puedes escuchar a los pájaros cantando, en verano ni siquiera hay mosquitos ... Sí, y la bestia pasa por alto este lugar. Porque supuestamente no es simple: quien muera en esta isla, todos los pecados serán perdonados.
La isla en sí siempre está oculta en la niebla. En el centro de la misma se levantan dos templos de troncos, una vez que había un monasterio o un asentamiento de antiguos creyentes.
Las paredes de la Iglesia de la Trinidad de la Iglesia que da vida, construida en 1553, están cubiertas de musgo y líquenes. Un poco más lejos: la capilla del Salvador no hecha por manos. Frente a ella hay una gran roca, sobre la cual los justos se acostaron, deseando aceptar la "muerte blanca", habiendo quitado sus pecados.
Después de que se erigió la capilla en 1602, se colocó un ataúd de madera en el interior, donde los que estaban en la isla comenzaron a morir. Además, los cuerpos en el ataúd no se descompusieron hasta que el siguiente buscador de una muerte fácil entró en la capilla. Alrededor de la iglesia: docenas de cruces desvencijadas cubiertas de musgo ...
Dicen que muchos de los que aspiran a reducir sus puntajes a la vida y no quieren llevar la vida después del suicidio buscan la isla. Pero no hay camino a Trinity Island para la cobardía de los suicidios: todos regresan, asustados por el camino difícil y lleno de peligros a través del agua. Morir aquí, en el sentido literal de la palabra que ha confiado su alma a Dios, está destinado solo a los elegidos.
Otro milagro del norte es una pequeña isla en el Mar Blanco llamada Kizhi (región de Arkhangelsk). El complejo del templo está construido aquí.

martes, 27 de agosto de 2019

BUFADERO LA SIESTA DEL SÁTIRO EL CEMENTERIO JUDÍO DE SEGOVIA








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BUFADERO LA SIESTA DEL SÁTIRO

Desde el miradero del Pinarejo con la mirada de la carne contemplaba la torre de la catedral (ebúrnea y misteriosa piedra sin tiempo capitel redondo dando cobijo a los vanos del campanario) alzándose sobre los merlones de la muralla y el negro ciprés que besaba con la punta de sus ramas… el matacán donde estuvo el aula de mi primer colegio y la monja como yo era zurdo me ataba la mano izquierda a la pata la mesa para que escribiera con la derecha.
Vi a los soldados de la guardia romana el morrión rematando la galea en forma de cresta de gallo y escuché las alertas del centinela al relevo de la primara vigilia. Segovia ciudad amurallada y romana. Cerca de la plazoleta y el arco del socorro estaba el bufadero. Los cierzos del invierno hacían concilio allí y se disputaban con el ábrego y el solano el sombrero de los viandantes. En lo alto del templo estaba la acrópolis. Cesar Augusto empezó a recibir culto de idolatría en la ciudad donde yo había nacido. Fue coronado el emperador dios del Olimpo el año 34 Ad. Era invocado por las congregaciones populares y su estatua incensada cada tarde por uno de los flámines de turno que trepaba hasta su imagen por una escalera colocada en medio del Acueducto. A mi izquierda a los pies de la sacramental de san Andrés estaba el Corral de los Huesos donde siempre oí yo decir que estaba enterrada gran parte de mi parentela. El osario de los huesos desapareció a finales del siglo XV por orden de la inquisición. Tibias y calaveras ardieron en la gran pira que se preparó. Muchos de mis paisanos hablar por hablar desconocen su historia y ubican la necrópolis hebrea donde no es. En las cuevas del Pinarillo allí donde el Clamores abraza a la ciudad para casarse con el Eresma se alojaron ermitaños durante roda la edad media, hacían penitencia, se flagelaban y lloraban sus pecados frente a la ciudad donde no podían entrar por haber cometido algún agravio. Segovia pecadora magna peccatrix. Albergue de putas y de perailes. Cuando yo era niño se alojaban en aquellas espeluncas tenebrosas familias gitanas. Yo recuerdo a una gitana con el pelo negro subiendo aguas al Clamores por el Camino Nuevo toda vestida de luto y en alpargatas también negras como el mandil la cara cubierta de arrugas y los ojos penetrantes de vidente hasta Santi Espiritu con manojos de romero. Que ofrecía a los viandantes. Al que no le adquiría un manojito le largaba una tremebunda maldición:
—Mañana te enterrarán, señorito. Ya oigo el gorigori, caminas por el mundo con la vela en la mano
A veces la sentencia de la gitana se cumplía y en alguna de las cien torres de la ciudad tocaban a clamor… Qué miedo uy.
La Sacramento a los niños de posguerra nos infundía pavor. Al verla huíamos hasta refugiarnos en el regazo de neutras madres:
—Mamá que viene la gitana Sacramento
Los gitanos habían establecido un aduar en el Pinarillo y aquella bruja moraba en lo que hoy llaman cementerio hebreo donde se exhibe un rotulo con la bandera de Israel y se canta la Hativka algunas tardes pero no era un cementerio sino un eremitorio.
Caminaba  la madre Sacramento acompañada de un gato negro y detrás venía el jefe de la tribu su marido en un caballo lucio. Cuando vendían toda la cesta regresaban a su guarida pero allí donde aparece hoy día una lápida con la estrella de David no había camposanto ninguno que ya digo el verdadero lugar de reposo para mis antecesores que fueron a descansar al seno de Abrahán se encontraba intramuros cerca del enlosado de la catedral a espaldas del templo de san Andrés allí donde alguna vez rendimos culto a Erifos el cabrito que es como se representaba en Grecia a Baco. Se disfraza de cabrito pero es un lobo feroz. No le hagáis caso, alejaos de la botella.
 Sklepos y albacora



Duro es el mundo pero esta mañana de verano misa de san Agustín mis males lleve después de la avenida que anegó los campos de Valdemoro me acuerdo de mi amigo Paco fenecido hace doce años como pasa el tiempo. Umbral era Umbral. Le canto un responso mientras me zampo una albacora de la primera cosecha de la higuera que planté en el huerto. Chimenea y huerto soy feliz mientras miro para los muros derruidos de la patria mía Segovia triunfal el gran cedro del convento de las jesuitinas los merlones de la muralla por donde se asoman los fantasmas de mi pasado todo son pesares y arrepentimientos. La Virgen del Socorro desde su camarín engastado en la veranda me mira con ojos maternales e indiferentes extendiendo su manto protector sobre el barrio judío. Un rabino baja por las escalerillas de san Roque con los doce panes de la preposición. Una parida lleva las velas de la purificación el cantor ante la congregación de san Andrés entona la Shema. En el océano de las borrascas se precipitaron nuestras ansias y desdenes por causa de la política. Suben y bajan los espectros (Wraith) el caballista Jurry cabalga sobre su mejor alazán. Una recién casada alza el velo “huppah” y el mundo se hace de noche en espera del amanecer de los hijos. La congregación entona epitalamios… cuando el rey Nimrod al campo salía… yo contemplo desde mi tabuco toda la estrellería que ilumina el mundo de la edad media cómo era este barrio antes de 1492. Miriam que acaba de ser desvirgada por Jonás su marido en la noche de bodas hace un baño ritual (mikveh) se frota sus partes con agua de lluvia, el sacristán va de acá para allá picando a las puertas de todos los miembros de la comunidad clamando a voz en grito:
—Nos ha nacido un niño que será rey de Israel.
Cunde en aquel instante la alegría por toda la aljama
 Así fue y así será. Me envuelvo en las filacterias  del tefillot bufanda de oración y lloro mis pecados que perdonará siempre Adonai por Yom Kippur. Portamos los judíos la llama del fuego sagrado libamos de la copa del dolor y del vino eucaristía. Señor bendice este zumo de la vida fruto de la labor y de los trabajos del hombre (kidush) amen… amen que este pan y este vino sean la garantía de nuestra salvación (pikuah nefesh) pues para salvar vidas y no para destruirla fuimos puestos los judíos. Somos los elegidos del sufrimiento de la paz y del perdón nos agrada decir shalom. Que esa palabra esté siempre en nuestros labios amin… amin. Todo es perecedero y extinguible pero los hombres van de acá para allá en una Poriomanía incansable buscando la tierra prometida somos trotamundos viajeros peregrinos en esta vida devorados por los félidos tigres leones gatos y alimentados por los solípedos. El mundo se divide en buenos y malos y en animales de garra y pezuña. Seamos prudentes y diligentes… Cunctanter… oído al parche y ojo al cristo que es de plata. Tañe el esquilón y se duermen todos los tordos al sur. S k l e p o s… dura y áspera es la vida misma… este adjetivo griego es un monograma que vale para definir cómo es la vida entre españoles envidiosos desalmados indiferentes ladrones y escoliastas. I am a dangling manVivo colgado de una percha subido a lo alto de una columna como Simón Estilita. Vivo dentro de un arco formero y mi punto de apoyo es un ladrillo sardinel pero como soy algo escaro y tengo una pierna más larga que otra y se me hinchan los tobillos piso mal y me fatigo cuando me atrevo con largas caminata tú me dirás, Rui Blas. Sé manejar el escardín y el almocafre