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lunes, 25 de abril de 2022

 

VUELVE AL RUEDO DE LA COMUNICACIÓN ALFONSO ARTESEROS TODOS LOS DOMINGOS POR LA TARDE EN "EL TORO"

 

ALFONSO ARTESEROS MAGO DEL AUDIOVISUAL (I)

 


Si Joaquín Diaz el musicólogo vallisoletano nos mostró cómo sonaba y como cantaba España en años pretéritos, el periodista y comunicador Alfonso Arteseros (Madrid 1946) nos enseñó los saberes de la música analógica y cibernética. 

Creo que es uno de los periodistas mayores de la transición, con altura de miras, que no sucumbe a las tentaciones del amarillismo de arrabal. 

Su obra es un feliz encuentro entre Guttemberg y MacLuhan y ese paso gigantesco que ha dado la comunicación a lo largo del último   siglo. 

Y eso que comenzó como batería de un joven grupo musical. 

Desde los programas de la EAJ49 Radio Segovia al mundo del DVD, las grabaciones del audiovisual: el rock, el pop, los Pekeniques, los Mustangs etc. en las últimas décadas el tren de nuestras mentalidades hizo un largo recorrido.

Hasta la entrevista de categoría con personajes que han marcado un lugar en la historia del mundo y de España.  Veo en su figura tierna y humilde juglar de la modernidad de mirada tierna y ojos cansados velados por la melancolía. 

He tenido la suerte de compartir con él caseta en la Feria del Libro de X y entusiasmarme con la biografía plasmada en el libro que me regaló “España en la Memoria” prologado por Armando de Miguel. 

Aunque es dos años menor que yo compartimos los aires de la España de postguerra, la generación de los 60 cuando todo cambió: el hombre a la luna, la píldora anticonceptiva, la minifalda, El Corte Inglés, la televisión en Blanco y Negro, la radio a todo meter sonando en los pisos y en las corralas, las vacaciones pagadas, el 600, el seguro de desempleo.

Él es hijo de un sargento del Ejército Republicano y yo soy hijo de otro sargento de Artillería de Franco y venimos de una España en la que se trataron de suprimir desinencias ideológicas, compartimos el queso norteamericano, la leche en polvo y el pupitre en los colegios de las monjas y los frailes. Así como las bofetadas y el miedo al infierno,

 No había distinciones entre rojos y azules, todos queríamos olvidar la guerra fratricida, no había surgido la Memoria Histórica. 

Luego nos pusimos el traje de comer fideos los domingos y nos íbamos a bailar el twist al Consulado con las chicas yeyés. O tal vez los cines de sesión continua donde lo largo de la película    sonaba el chasquido de una bofetada al grito de “acomodador…”  pero usted que se ha creído… 

La vida, que nos parecía un poco más amable, tal vez porque éramos más jóvenes, nos estallaba entre los dedos. 

Una generación fuimos  de contestatarios que anduvo a palos con los grises en la Universitaria, pero luego nos hicimos de derechas siguiendo el ejemplo de la izquierda durante la revolución del 68. Ardía Paris. Ahora  ¿qué fue de Rudi el Rojo y de  Cohn Bendit? Abandonaron la chupa de los descamisados y se hicieron ejecutivos de altas empresas multinacionales. 

Luego se montaron su chiringuito y se convirtieron en gente de derechas. Creo que nos contó en imágenes y en innumerables reportajes aquella transformación Arteseros. Él es uno de los pioneros de la televisión de calidad sin basura de color rosa. 

Por su programa “España en la Memoria” han pasado desde Santiago Carrillo, Lister, Serrano Suñer, Juanita Reina, Blas Piñar, el mesonero Cándido, George Harrison, hasta Juanito Valderrama e incluso las dos supervivientes del asalto al Cuartel de la Montaña las hermanas Seone.

Debe considerársele todo un referente para todos aquellos que nos dedicamos a este oficio. “España en la Memoria” es uno de esos libros que hay que leer porque nos reconcilia con la vida.

Para Arteseros que conoce y ama al pueblo español en sus virtudes y defectos la historia no se encuentra en los grandes cronicones ni tratados ni batallas, sino que hay que ir a buscarla en la vida común del pueblo. ¿Cuánto vale una barra de pan? ¿Cómo es el colegio al que mandar a los niños? ¿Dónde encontrar empleo? ¿Dónde vivir? 

Eso que llaman la intrahistoria


continuará

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