Jesuitas nunca
fueron españoles
antonio parra
Papa negro,
papa blanco, salió fumata blanca del conclave y los jesuitas ya tienen
general. Son una orden militar o al
menos sus constituciones así lo declaran y también el himno a san Ignacio que
yo cantaba de niño tantas veces en tardes aburridas domingo tras el paseo…. “fundador
eres Ignacio general de la compañía real que Jesús con su nombre distinguió”. Toda una ironía, su anagrama es un poco un
abraxas místico, uno se pasa la vida entera saliendo y entrando del laberinto IHS:
A los
cuarteles de la compañía no se les llamaba conventos simplemente casas pero
tenían algo de casernas con una organización cuartelera, un hermano portero en
su garita que vigilaba las entras y salidas, un cocinero, un barrendero, un
aposentador, un hermano de cocina, casi como en el ejército. Y obediencia de cadáver.
El jefe
siempre lleva razón San Iñaqui quería
una infantería al servicio de Dios pero ya lo decía Aguaviva que era judío, un
ojo en el cielo y otro en el suelo y en un cuartel quien manda, manda y uno es
coronel y otro capitán y otro alférez y sargentos del régimen disciplinario que
te hacían observar el reglamento y te aplicaban el suspensio mentis y el capelo, mucho morbo y masoquismo en la
espiritualidad ignaciana, POCO AMOR. MANDA EL CEREBRO.
Pues los famosos ejercicios espirituales son
machacones y están escritos en un mal castellano renqueante de concordancias
vizcaínas y se juega a la paráfrasis y a la antítesis del rey temporal y del
rey eternal y para que quieres ganar el mundo si al fin pierdes tu alma le
susurraba Iñaqui a Javier cuando este era su compañero de camarilla en Paris.
Esta idea del
abandono de la santa indiferencia de la mística jesuitina en sus tiempos estuvo
sometida a reparos y su propio autor aquel mendigo vasco que andaba con una
sotanilla parda por las calles de Alcalá y al que no le entraban los latines y
estuvo bajo sospecha del Santo Oficio porque a una señora de alta dama la metió
en la cabeza no se qué absurdas historias para que fuese al Santo Rostro de
Jaén y por poco la violan en el camino y su marido acudió con el soplo a la
inquisición y el ex militar sospechoso estuvo metido un par de semanas en el
calabozo y por poco lo transfretan a Cuenca y le incoan auto de
procesamiento. Ya digo esto del abandono
o deixamiento o infancia espiritual
en aquella época era una idea de la espiritualidad conversa.
Se echa de ver
que san Ignacio que era algo lerdo para las letras tuvo consejeros que habían
leído el Talmud y en Salamanca los domines también lo ponen en entredicho y al
poco tiempo de su fracaso en la ciudad del Tormes el audaz vizcaitarra monta en
su mula, doctas mulas hacaneas - no podían ir en burra ni en yegua los
eclesiásticos por aquello del celo- y se presenta en unas semanas en
Paris.
Un ojo en el
cielo y otro en el suelo pero los jesuitas no eran mendicantes estuvieron
siempre del lado del dinero, se apoyaban en los judíos conversos. Tenía las ideas confusas pero una voluntad de
hierro.
De Alcalá y de
Salamanca no quiere el polvo de las zapatillas.
En Paris tiene una mejor acogida donde brilla por su tozudez y por sus dotes
de persuasión. Para recabar fondos los veranos los pasaba de mendigo en
Inglaterra y en Flandes. En Londres y en
Amberes encontró viejos camaradas de los tercios de Flandes que le presentaron
a la Casa de Alba encontró un apoyo financiero en los judíos sefardíes y en los
mercaderes de Medina que andaban por allí.
De carácter indomable y sibilino se propone fundar un ejército espiritual
pero la compañía de Jesús, una orden calificada como española, de española
tiene muy poco, la verdad, salvo en la disciplina y el rango jerárquico calcado
de la organización de los tercios de Flandes.
Este es un
tema poco explorado por los investigadores.
Y también la altanería. A lo
largo de su historia abomino (era una vieja polémica de rango entre chusqueros
y militares de carrera, funcionarios y laborales, en España donde siempre hemos
sido algo jesuitinos siempre anduvimos entretenidos en estas menudencias que
cuestionan la primera verdad, el único mandamiento, de la religión que
profesamos pero que practicamos pocos o sólo de boquilla, hasta el punto que la
creación, conservación y preponderancia de la Sociedad de Jesús es uno de los
grandes enigmas del ser español y de su catolicismo barroco) del clero regular:
los curas de misa y olla y de los frailes a los que un autor tan poco
sospechoso de herejía como el Arcipreste de Talavera ya denominaba en siglo XIV
“aves de rapiña”.
Era una orden para ricos. Y su organización ofrece lados de contacto
con las organizaciones secretas. Todo se
hace en ella un poco de tapadillo. No es
el sí o el no como nos manda la Santa Madre Iglesia que dijo el padre Astete y
eso que era jesuita. Si no un según y cómo.
Otro axioma es
el internacionalismo. A duras penas
puede llamarse española una sociedad que demostró desde el principio el
resentimiento de su fundador hacia la corona de Castilla. San Ignacio un mercenario a las órdenes del
Duque de Nájera se empleó a fondo con los castellanos en la guerra de las
comunidades. La SJ fue cuna de los primeros etarras.
Este
desistimiento de la idea imperial un poco a la contra de Carlos V le llevó a
crear una Iglesia dentro de la propia Iglesia.
Ciertamente
los jesuitas siempre se ufanaron del cuarto voto de obediencia al Sumo
Pontífice pero en el Vaticano o mejor dicho en la Corte de San Juan de Letrán
hicieron los que les dio la gana.
No estaban
bajo la jurisdicción de ningún obispo y hasta tienen una disposición interna en
sus constituciones que prohíbe a ningún miembro de la SI acceder a la
mitra. Y el propio San Ignacio tuvo
muchas dificultades con algunos papas en
especial con Paulo IV el Papa Caraffa que era gran enemigo de los españoles y
de los judíos que siempre mangonearon en la curia y hasta rezó porque aquel
Caraffa no fuera elegido.
Luego se dice
que a la muerte los jesuitas profanaron su tumba. O le pusieron al pobre pontífice romano un
epitafio harto ridículo. AL SANTO
FUNDADOR LE LLAMABAN HACIENDO UN JUEGO DE PALABRAS LA “GARRAFA” POR SU AVERSIÓN
A los jesuitinos a dicho prelado o
también puede ser porque le gustase el vinillo, váyase usted a saber.
En el siglo
XVII fueron muy preponderantes en la corte de los Austria y se conservan las
cartas en las que demuestran el desprecio por el pueblo español, muy
supersticioso. Estas cartas de jesuitas
que refieren sucesos famosos de aquel tiempo y consignas cuando menos son poco
edificantes aunque reflejan la corrupción de costumbres, la adicción de Felipe
IV a los toros y cañas y a los galanteos, o cuentan los crímenes más sonados de
aquel tiempo. Un ojo en el suelo.
Como
misioneros en las indias fueron a su aire y como eran los franciscanos y
dominicos los que tenían la exclusiva de la evangelización de nefatos ellos
establecieran sus propias encartaciones o reducciones en Paraguay. Igual que en la película. Se les acusa de haber conspirado en la
secesión de Portugal. Dos de los discípulos
predilectos de san Iñaqui eran jesuitas.
Su centro de
operaciones y de finanzas portugueñas lo tenían establecido en la Casa que
tenía la Compañía en Oropesa. Con
respecto a las edificaciones y estructuras de los recintos donde vivían todos
tienen un diseño masónico: iglesia de tres plantas con muchas capillas un gran
sol en el retablo retablos con columnas salomónicas y sin coro. Su irrupción en la iglesia, por influencia de
los protestantes a los que querían combatir y de los judíos que propician una
relación personal con Adonai sin intermediarios, suprimió la recitación de las
horas del oficio divino en comunidad.
Podían entrar y salir de las casas sin pedir
permiso, repudian el monacato uno de los grandes legados de la iglesia y no
visten hábito sólo una sotana y un fajín.
En Inglaterra fueron perseguidos pero estudiando las cartas de algunos
padres en los años de la contrarreforma se echa de ver en ellas un aire de
agentes dobles de agentes secretos. No
trabajaban para el rey de España, ni siquiera para el papa, sólo para la
organización. Para el Circus.
Y sus
constituciones han sido calcadas por muchos servicios de espionaje como el M16
británico. Lenin se inspiró en los
Ejercicios para formular su política de la revolución de Octubre. Parece ser que eran grandes tácticos y muy
hábiles en controlar los aledaños del poder en los altos estrados. En Japón sin embargo y en China las
predicaciones de Javier un verdadero iluminado y un “loco” fueron un profundo
fracaso.
Por eso en
España donde mancornaron lo suyo a reyes reinas duques y validos, entre ellos
al conde duque de Olivares, al que traicionaron y proyectaron su caída han sido
expulsados y suprimidos varias veces.
Una orden de Carlos III a través de Floridablanca les puso en la
frontera y luego fueron suprimidos cuando la República.
Benedicto XIV
una reencarnación de Paulo IV los suprimió de unos plumazos. También han tenido sus problemas con Juan
Pablo II y el actual Ratzinger los tiene en prevención. Nadie sabe en definitiva cómo piensa un
jesuita. Su espiritual cuartelera fue
muy efectiva y pragmática en otros tiempos como por ejemplo los de La
Misión. Nacieron para convertir herejes
y luchar contra Lutero. Fracasaron en
esa lucha pero siempre gozaron en Europa de un eximio prestigio intelectual que
les acreditaba de abates ilustrados, algo volterianos en el estilo pero
insobornables en su adhesión a Roma.
Se vinieron
abajo en Inglaterra actuando como pimpinelas escarlatas y en Polonia causaron
el desastre de los uniatas separando a Constantinopla para siempre. Hay algo en su gestoría divina que se les
escapa y es que Cristo no era un político ni entendía de las cosas del mundo
pero ellos con el contemptus mundi
del que siempre hizo gala la orden anduvieron muy metidos en el mundo y fueron
especialistas en la intriga y como predicadores de corte estoy pensando en el
padre Nieremberg valido de Carlos II. Buenos estragas, excelentes tácticos,
incomparable logística y un prestigio intelectual ganado a pulso, el instituto
no ha padecido el relajamiento de otras órdenes religiosas y no se le conocen grandes escándalos de tipo sexual
aunque Pérez de Ayala les hurgue sus puntos flacos de esa doble moral (aquel
rector calvo y de las piernas gordas que se le declara a la madre de un alumno
la inglesa que va a visitar a su hijo interno en un colegio de Gijón) en AMDG
al igual que Castillo Puche en “Siguiendo mi camino” -el provincial compró toda
la edición del novelista murciano- que retrata Comillas tal y conforme yo lo
conocí en un paraíso espiritual ficticio que luego se convertiría en escuela de
etarras- y Voltaire los detesta.
En la
literatura rusa gozan de una cierta
leyenda negra. Yo me preparé en los
primeros meses de noviciado para ir al Russicum, quería ser misionero en Rusia
y lo que son las cosas ahora los popes rusos me misionan y me enseñan
cristianismo. La figura más importante e
impresionante que existe entre los prelados cristianos en la actualidad no es
otro que el patriarca Alejo II.
Pero la
dirección y ese es un tema que aguarda al nuevo propósito el palentino Adolfo
Nicolás es comprobar que el mundo no es zona de misión sino territorio comanche
y el catolicismo atraviesa una grave crisis donde nació en Europa.
Una tarea de
Prometeo aguarda al papa negro. ¿Y no querrá trasladar el Vaticano a Asia como
pudiera parecer? Difícil cuestión. La utopía de la Iglesia de los pobres también
es un fracaso. Todas estas cuestiones
son mera perspectiva aleatoria. Yo creo
y eso me enseñó los jesuitas que el Espíritu Santo sigue soplando donde quiere
y como quiere, lo que hace falta es, menos ideología y menos estrategia, más
corazón, mucha más humildad y estos poderosos eclesiásticos andan demasiado
pagados de sí mismo y muy por las nubes.
Ellos desde luego me enseñaron el amor a la iglesia universal, la
devoción a la Virgen y la pasión por los libros y el estudio intenso. ¿Qué
ocurre?
Pues que puede
que esté yo en las nubes. Quizás siga
siendo a redropelo un buen jesuita bruñido de teología y mirando al futuro con
paz y con esperanza e inmerso en los problemas de una SI que es demasiado
colegial. Ojalá los reverendos padres
bajasen un poco del púlpito.
En virtud del cuarto voto, los guardias de
corps de la Iglesia están siempre a las ordenes del papa al que prestan
obediencia de cadáver es el voto más difícil de uno que se consagra y yo me
pregunto que porque no se desperdigan por tierras de misión del Islam. Es un territorio irredento y donde Cristo
parece fracasar. Esa es la tarea, no
Asia pero hay que estar preparado a formar batallones dispuestos a perder la vida
o desaparecer en combate.
Los musulmanes
son contumaces y ese es el reto principal del Iglesia. Que aprendan árabe los reverendos
padres. En China con Javier a la cabeza
también perdieron la batalla. Nuevos males aguardan. Nuevos fracasos pero Jesús en su derrota
siempre vence al mundo. Ese el carisma
maravilloso de la religión que profeso.
Menos ordenes,
menos estatutos, menos constituciones, menos cánones, menos normas - los
ortodoxos los tienen preteridos pero nos dan vuelta y media a los latinos en
liturgia y en la eucaristía, miremos con esperanza al este donde surge el
Cristo ruso el emblema de la resurrección- y más amor. Y yo creo que eso del amor los jesuitas, como
buenos soldadotes que son, anduvieron un poco flojo, aunque algunos se iban de
putas cuando les perdía de vista el padre rector. Pero tales cuestiones no eran más que peccata
minuta, pecadillos. San Ignacio el
fundador de mozo era un pinta y “castigaba” en Arévalo todo lo que podía y ya
de viejo en Roma le gustaba el vino de Sorrento y tenía don de lágrimas por
designios de Cristo crucificado del que tuvo una visión. Cosas de su
misericordia infinita. El lenguaje de
los hombres se parece poco al de Dios
20 de enero de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario