INGLATERRA Y LOS ROCHILD (II)
LORD
Clarendon dirá en los Lores: “son una raza diferente a la nuestra por la
sangre, por las religión por sus muertos.
No
creen en el fin del mundo puesto que piensan que el universo es eterno. Son
invencibles porque consideran que el fin justifica los medios, practican la
usura, prestan dinero a los cristianos al 30 por ciento pero su ley no les
permite obtener préstamos a la reciproca del “goim”.
El
tiempo histórico no cuenta en su calendario persuadidos como están de su fuerte
condición de pueblo elegido. Para un judío el blasón de las la raza es el
“nosotros” (we). Conquistarán la tierra sin necesidad de armadas ni de
ejércitos” ¿profecía? Lord Clarendon no parecía andar muy descaminado
acerca del rumbo que toman los acontecimientos en el año 17 pero no contó con
una cosa: que el pensamiento de Yahvé más allá del de los que se llaman
a sí mismos elegidos y como consecuencia de esta conciencia encaramada en el
ego histórico acontecen las contradicciones y debacles. No creen en los pecados
capitales y toleran la mariconería y el tribadismo de las bolleras aunque la
biblia llama perros a los que practican el pecado nefando.
Lionel
estaba enamorado de Disraeli y este personaje aparece en las novelas de Dickens
como Conningsby, palomo con palomo, agarraditos de la mano. Sidonia.
Medina Sidonia es Sión una casa con goteras en las que se atisba un
artesonado maravilloso, terrible, gigantesco impenetrable construido sobre el
crédito a la vez palacio y muladar porque los judíos nunca se holgaron de vivir
en habitáculos maravillosos para no suscitar la envidia de los goim.
Tienen la moral de las cabañuelas. Lo que dicen las cabañuelas es que el hombre
está de paso. Como en la pascua de cabañas. La existencia es para ellos una
vida en una tienda campaña. Culos de mal asiento no echan raíces, son apátridas
y miran hacia una tierra prometida que no existe. tras el fracaso de Israel con
Palestina echan el ojo a Brasil.
No
es recomendable desde la destrucción del Templo elevar monumentos. Sus casas
carecen de lujo. La casa de los grandes ricachos de la vieja ley son casas no
frills. El opulento Pol Getty tenía candados los teléfonos de sus
viviendas para que no le hicieran llamadas piratas sus huéspedes. Su habilidad
comercial estrujó a la Europa de las guerras napoleónicas. Ninguna alegría
mayor para un judío, dijo Rochild, para un semita, como sentir que millones de
cristianos se encuentran bajo sus pies y recibiendo el trato que sólo merecen
las bestias.
1888
año de lluvias cosechas abundantes Rochild compra trigo barato en el
Viejo Continente y los vende en América donde vino la escasez al doble de
coste. Con el imperio austriaco practican la política del doble juego en la que
son malabaristas. Tratan de adquirir monopolios, compran países con la fórmula
de “I ll buy you out” que consigné en mi novela “La mujer fuerte”, libro en el que se anuncia la destrucción y
desaparición de España como nación. ¡De qué manera engañaron a Juan Luis
Cebrián! Lo siento por su padre don Vicente que fue una gran persona y mi
jefe.
Ellos
conocen el secreto del viejo proverbio talmúdico: “la palabra es plata el
silencio es oro”. Son diligentes, suspicaces, no se fían de nadie. Jamás
darán las gracias. En esto se parecen a los curas. Es su lema never complain never explain.
Sólo
adulan en circunstancias especiales pero para ellos un gentil no es un ser
humano sino algo intermedio entre bestia y animal racional.
Paradójicamente,
se han erigido como los grandes defensores de los derechos humanos.
El
oro que invierten a ellos retorna mediante grandes dividendos. Realizan
operaciones que no son sino latrocinios encubiertos. El hombre de los Rochild
en España fue Mendizábal judío de raza, cristiano de conveniencia, que no sólo
desamortizó los bienes eclesiásticos sino que concedió a la familia la
explotación de las minas de Almadén. Al fin obtuvieron dichos señores el
monopolio del mercurio. El culto a la ganancia no fue óbice para acoger en Highgate
a un refugiado alemán de origen español al que perseguían en Berlín. era dson Carlos Marx. Había escrito “Das
Kapital”. A este se llama estar al santo y a la limosna. Ejercer el poder
sobre la tesis y la antítesis. El capitalismo y el comunismo son ramas de un
mismo tronco.
Su
palabra preferida es andar vigilante, un vocablo castellano, que incorporaron
al inglés. Hoy en Estados Unidos se llama vigilantes a los serenos de barrio, a
los somatenes y a los guardias de seguridad. Cacareaban en los Comunes las
consignas convenientes y Disraeli pronunció una frase solemne que aun recuerdan
los viejos parlamentarios de Westminster: “We are here to put a spoke in the
axle Wheel of Baodiceas chariot” (estamos acá para colocar astillas en la
rueda de la carroza de la diosa Britania en la que se pasea por los
mares”).
Lo
que quieren decir que sus sueños de conquista del imperio inglés fueron
consumados.
Maquiavelo
fue discípulo aventajado del Talmud y de sus enseñanzas. Les está prohibido por
ley tocar un cadáver, yacer con mujer que tenga la regla y trabajar en sábado.
Y por creerse santos jamás matan a no ser para vengar un crimen cometido contra
un judío. En ese caso al enemigo no sólo le dan mulé sino que le arrasan la
casa, siembran sus campos de sal para que nada en ellos vuelva planta alguna a
crecer.
Si
se determinan a acabar con alguien lo matarán por delegación encargando a un
gentil del asesinato.
Entre
los estudiosos del tema cobra rigor la tesis de que están utilizando a los
islámicos mediante pacto con Arabia Saudita y los Emiratos para destruir las
cristiandades europeas propiciando las grandes “aliyas” o invasiones siguiendo
el ejemplo del imperio turco en época medieval. He ahí la madre del cordero del
terrorismo.
A
dicha consigna le debemos las grandes oleadas de desgraciados que llaman a las
puertas del Viejo Continente o cruzan el Estrecho Gibraltar a nado o en patera.
En el efecto llamada les secunda ese gran enemigo de España y judío de raza que
se llama Fabián Picardo, secundados por los chicos y chicas de la prensa
la tele y la radio española que son fatuos, egoístas, narcisistas y medio
tontos. Pero ellos nunca se mancharían las manos de mocos. Se lo prohíbe su
ley.
Son
los elegidos de Dios. But they kill by proxy. Y a
mí que soy de origen judío de raza pero no de nación me da mucha congoja.
Guárdanos, Señor, de la malevolencia del impío y protege a los israelitas de
bien que buscan la paz y la concordia.
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